Un avión que volaba de Grecia a Lituania fue desviado a Bielorrusia, donde fue arrestado un periodista disidente crítico del gobierno de Alexander Lukashenko. Con información de BBC News.
La cadena Nexta dijo que su exeditor Roman Protasevich fue detenido cuando el avión aterrizó en Minsk, la capital de Bielorrusia.
Los medios estatales de Bielorrusia dijeron que el avión fue desviado por una amenaza de bomba pero que no se encontraron explosivos.
Varios países europeos reaccionaron rápido a lo ocurrido, acusando a Bielorrusia de «terrorismo de Estado» y exigiendo un castigo.
Los líderes de la Unión Europea lo consideraron un «secuestro» y celebraron una reunión de emergencia en Bruselas para tratar el asunto.
En la reunión acordaron ampliar la lista de sanciones contra Bielorrusia y cerrar el espacio aéreo con ese país, prohibiendo a sus compañías aéreas -entre ellas la estatal Belavia- sobrevolar el espacio aéreo comunitario.
Además, pidieron también a las compañías de la UE «evitar» sobrevolar Bielorrusia y exigieron la «liberación inmediata» del periodista.
Por su parte, el presidente de Ryanair, Michael O’Leary, calificó lo ocurrido de «secuestro patrocinado por el Estado» y dijo que creía que agentes de seguridad bielorrusos viajaban en el vuelo.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar «profundamente preocupado» por la intercepción del avión y el arresto de Protasevich e hizo un llamamiento para que haya una investigación independiente, completa y transparente.
Mientras tanto, Rusia, aliado tradicional de Bielorrusia, hizo un llamado a «no sobrerreaccionar».
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió contra la reacción exagerada al incidente.
«Nosotros preferimos el enfoque de no evaluar un incidente al calor del momento, apresuradamente, sino sobre la base de toda la información disponible», dijo Lavrov durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo griego Nikos Dendias en Sochi el 24 de mayo, emitida en vivo por la cadena estatal Rossiya 24.
«Especialmente teniendo en cuenta que el representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bielorrusia hizo una declaración completa, subrayando la disposición de las autoridades a actuar con transparencia sobre este tema y a seguir todas las reglas internacionales y garantizar la transparencia total, incluida, si es necesario, la aceptación de expertos internacionales», dijo el canciller ruso.
Por otra parte, la líder opositora bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya, derrotada por el presidente Alexander Lukashenko en las elecciones del año pasado que muchos vieron como fraudulentas, se sumó a las voces que reclaman la liberación de Protasevich.
Desde la elección de agosto de 2020, Lukashenko, de 66 años y quien ha gobernado el país desde 1994, ha arremetido contra las voces críticas. Muchas figuras de la oposición han sido arrestadas o forzadas al exilio, como el caso de Tikhanovskaya.
¿Cómo desviaron el avión?
El vuelo FR4978 estaba en ruta de Atenas a Vilna, en Lituania, cuando giró al este hacia la capital bielorrusa, Minsk, poco antes de llegar a la frontera de Lituania.
En un comunicado, la compañía aérea Ryanair dijo que «el control aéreo bielorruso notificó a la tripulación una potencial amenaza de seguridad y dio la instrucción de desviarse al aeropuerto más cercano, Minsk».
La trayectoria aérea sugiere que en realidad el avión estaba en ese momento más cerca de Vilna que de Minsk.
Ryanair dijo que ya una vez aterrizado no se encontró nada y que el avión recibió permiso para seguir volando cinco horas después.
«Ryanair ha notificado a las agencias nacionales y europeas de seguridad y pedimos disculpas a todos los pasajeros afectados por este retraso fuera del control de Ryanair».
La compañía aérea no mencionó en ningún momento a Protasevich, cuyo arresto fue informado primero por Nexta.
El editor en jefe de Nexta, Tadeusz Giczan, tuiteó la frase de un pasajero del avión que dijo que Protasevich le había dicho que una vez que estuvieran en tierra en Minsk sería «ejecutado».
Belta, la agencia de noticias estatal en Bielorrusia, dijo que el presidente Lukashenko había dado la orden personalmente tras la amenaza de bomba y que un avión militar MiG-29 había acompañado el avión de Ryanair.
Condena en Occidente
El enfado se hizo palpable de inmediato y amenaza con escalar.
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, acusó a Bielorrusia de cometer un «acto horrendo».
El ministro de Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics, dijo que la acción de Bielorrusia era «contraria a la ley internacional» y que la respuesta debería ser «fuerte y efectiva».
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, señaló: «Secuestrar un avión civil es un acto sin precedentes de terrorismo de Estado que debe tener consecuencias».
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, dijo que Bielorrusia debería ser responsable de la seguridad de todos los pasajeros del avión.
Actualmente, las sanciones impuestas por la UE sobre Bielorrusia incluyen a 88 países y 77 entidades, entre ellos al presidente Lukashenko y a su hijo y asesor Viktor Lukashenko, a los que se les prohíbe entrar en territorio comunitario y se les han congelado todos sus bienes y activos en la UE.
De momento, se desconocen los detalles de las nuevas sanciones pero, antes del inicio de la cumbre de emergencia convocada por la UE, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, adelantó que podrían alcanzar a todo el sector aeronáutico de Bielorrusia.
«Esto es un comportamiento indignante y Lukashenko y su régimen deben entender que esto traerá consecuencias», apuntó, anunciando que la UE dispone de un paquete económico y de inversiones que permanecerá congelado «hasta que Bielorrusia se vuelva democrática».