El exfuncionario de PDVSA, Abraham Edgardo Ortega, fue sentenciado a dos años y cuatro meses de prisión después de admitir su participación en un esquema de sobornos mil millonario. Con información de Jay Weaver / Miami Herald.
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Ortega, exdirector ejecutivo de planificación financiera de PDVSA, admitió que aceptó más de 12 millones de dólares en sobornos que fueron transferidos en secreto a EEUU y otras instituciones financieras. Ortega recibió una reducción significativa de su sentencia (previamente de cinco años), al ser el primer funcionario venezolano en cooperar con las autoridades federales estadounidenses en un caso masivo de lavado de dinero de 1.2 mil millones de dólares.
El exfuncionario de 55 años, lloró cuando le dijo al juez de la corte federal de Miami que lamentaba sus malas acciones. Reconoció que los esquemas de corrupción que involucran a PDVSA llevaron a Venezuela a su condición «deplorable» hoy.
La abogada defensora de Ortega, Lilly Ann Sánchez, dijo que se merecía la disminución significativa en su condena porque «vino de inmediato a este país e hizo lo correcto» después de que se presentara el caso de los nueve acusados en 2018. Cinco de esos acusados todavía están prófugos en Venezuela.
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Ortega proporcionó información privilegiada sobre la trama de lavado de dinero de PDVSA y los casos penales relacionados, que podrían ser presentados en los próximos meses por la Fiscalía de Estados Unidos en Miami.
El exdirectivo admitió en un comunicado presentado con su acuerdo de culpabilidad de 2018, que actuó junto al líder del esquema, Francisco Convit Guruceaga, así como con Gustavo Adolfo Hernández Frieri. Hernández fue sentenciado a casi cuatro años de prisión.
Ortega y Hernández enfrentan órdenes de confiscación de 12 millones de dólares (cada uno), pero los registros judiciales reflejan que el exfuncionario de PDVSA solo se quedó con 3 millones de esa cantidad y Hernández se quedó con el resto.
Algunos de los cleptócratas venezolanos acusados en el caso contra Ortega y Hernández tienen conexiones con el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien es sospechoso en la investigación en curso, según fuentes federales de orden público familiarizadas con el asunto. Los tres hijastros de Maduro también están bajo investigación, junto con el magnate de la televisión, Raúl Gorrín.
El banquero de Gorrín, Matthias Krull, se declaró culpable y fue sentenciado a 10 años de prisión. Pero Krull, quien ha cooperado ampliamente con los fiscales y los investigadores de Seguridad Nacional, permanece libre bajo fianza y ha recibido una reducción significativa también de la sentencia a tres años y seis meses.
Las autoridades estadounidenses dicen que los fondos robados se lavaron inicialmente a través del cambio de moneda del gobierno venezolano para aumentar su valor antes de ser transferidos a Portmann Capital Management en Malta. Algunos de esos fondos malversados finalmente se invirtieron en bienes raíces de lujo y otros activos en el área de Miami.
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En otro caso federal en el sur de Florida, Gorrín fue acusado en 2018 de conspirar con el ex tesorero nacional venezolano Alejandro Andrade, sentenciado a 10 años de prisión.
Andrade habría ayudado a la investigación a presentar el caso contra Gorrín, quien también tenía vínculos con el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
