El general retirado Clíver Alcalá Cordones, recientemente absuelto de los cargos de narcotráfico en su contra, ha hecho una confesión importante. Durante su declaración ante la corte, reveló que recibió órdenes del fallecido expresidente Hugo Chávez para suministrar armas a los líderes guerrilleros de las FARC en Colombia, así lo informó el periodista de la agencia AP, Joshua Goodman.
Alcalá afirmó que, en su rol como general en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, proporcionó apoyo táctico a las FARC. Reconoció haber entregado al menos 20 granadas y lanzagranadas a los guerrilleros, quienes respondían a los alias «Iván Márquez» y «Timochenko».
La confesión de Alcalá también reveló que en aquel tiempo estaba bajo el mando de Chávez y que era consciente de las actividades ilícitas de las FARC, como el tráfico de drogas y el secuestro. Además, admitió haber protegido a los miembros de las FARC y a sus aliados para evitar su arresto.
Estos hechos son especialmente preocupantes, ya que el Departamento de Estado de Estados Unidos ya había designado a las FARC como una organización terrorista involucrada en el tráfico de cocaína. Alcalá reconoció que conocía esta información al entregar las armas.
Como resultado de su confesión, Alcalá se declaró culpable de apoyar a un grupo terrorista. Este caso plantea serias interrogantes sobre la relación entre el régimen venezolano y las FARC, así como sobre posibles implicaciones nacionales e internacionales.
