En una operación de gran envergadura, la Unidad Nacional de Ciberdelincuencia de la Policía de Israel ha concluido meses de investigación sobre una empresa israelí sospechosa de desarrollar un «software trampa». Este software permitía a organizaciones delictivas, tanto locales como extranjeras, estafar a inversores de criptomonedas con sumas considerables. Con información de Agenciaajn.
Las investigaciones sugieren que la empresa está vinculada a algunas de las familias criminales más influyentes de Israel, incluyendo a los Jarushis y los Muslis. Agentes de Lahav 433, conocida como el «FBI israelí,» llevaron a cabo un allanamiento en las oficinas de la empresa, arrestando a seis sospechosos e interrogando a docenas más.
La operación involucró la instalación de centros de llamadas en todo el país para atraer a inversores europeos, prometiéndoles ganancias en criptomonedas. Las víctimas recibían credenciales para acceder a sus supuestas carteras de inversión, sin saber que los beneficios exhibidos eran controlados por los desarrolladores de software en el centro de Israel.
Sin embargo, cuando los clientes intentaban retirar sus «ganancias», se daban cuenta de que la opción simplemente no existía. Las víctimas incluían ciudadanos de Serbia, Ucrania, Georgia, Alemania, España e Israel.
Los centros de llamadas fraudulentos surgían y desaparecían rápidamente, pero esta vez, la policía no les dio tregua y allanó las oficinas principales para poner fin a esta operación de una vez por todas.
La investigación contó con la colaboración de funcionarios de la Autoridad Israelí para la Prohibición del Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo, la Autoridad Fiscal Israelí y la Unidad de Ciberguerra de Baviera de la policía alemana, que se unieron a las redadas junto con las fuerzas policiales israelíes.
La redada reveló que la mayoría de los involucrados eran jóvenes sin antecedentes penales, aparentemente en busca de dinero rápido.
Los detenidos fueron sorprendidos en la oficina durante la redada para evitar que destruyeran pruebas. Comparecieron ante el Tribunal de Primera Instancia de Rishon Lezion el pasado martes.
El comisario jefe Dudi Katz, al mando de la Unidad Nacional de Ciberdelincuencia Lahav 433, declaró: «Hemos logrado frenar esta oleada de delitos y desmantelar cientos de centros de llamadas. Esta operación fue única en su alcance y abarcó todo el mundo, incluyendo la colaboración con las fuerzas policiales alemanas.»
