Las estafas por correo electrónico son una realidad que nos obliga a estar alerta ante cualquier mensaje que recibimos. Ya no se trata solo de correos bancarios, pedidos o suplantaciones de identidad; ahora los ciberdelincuentes se centran en Google. Con información de Cope.
Observamos cómo estos malhechores suplantan la identidad de diversas empresas, enviando correos que aparentan ser facturas pendientes. Sin embargo, al descargar la supuesta factura, en realidad se introduce un malware diseñado para robar información.
En diciembre pasado, las estafas por correo electrónico se intensificaron con falsos repartos de paquetes. Los delincuentes se hicieron pasar por empresas de envío, enviando correos o mensajes fraudulentos que, en algunos casos, resultaron en estafas de hasta 2.000 euros.
Los expertos en robo de información en internet tienen su temporada alta, cometiendo delitos que proliferan actualmente. Juan Diego Polo advierte sobre este tipo de ataques informáticos en su programa, señalando que estamos en alerta.
Según el informe del FBI sobre delitos en internet, las estafas por correo electrónico han aumentado un 111% entre 2018 y 2022. Los estafadores se hacen pasar por empresas o agencias gubernamentales, exigiendo pagos urgentes que suelen llevar a transferencias a cuentas fraudulentas.
Para verificar la legitimidad de mensajes sobre transferencias de fondos, es recomendable utilizar métodos alternativos como llamadas, mensajes de texto o interacciones en aplicaciones móviles. Además, los estafadores pueden utilizar direcciones de correo parecidas a las legítimas, dificultando su detección.
Juan Diego Polo advierte sobre una práctica particular de phishing en servicios de Google, destacando la importancia de estar alerta para evitar ser víctima. Las estafas electrónicas son una amenaza presente, y cualquier persona puede caer si no estamos atentos a lo que recibimos y de dónde proviene.
