Transparencia Internacional señala a Venezuela como un «epicentro de corrupción», ocupando por décimo año consecutivo el puesto más bajo en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) en las Américas. En el informe anual de 2023, el país obtuvo solo 13 puntos, evidenciando una caída de cinco puntos desde 2018. Con información de EFE.
La corrupción en Venezuela se caracteriza por la malversación sistemática de miles de millones de dólares de fondos públicos, beneficiando a una élite poderosa y agravando la pobreza y la desigualdad. La captura de los sistemas legislativo, regulatorio y judicial por parte de altos funcionarios contribuye a generar impunidad y consolidar el poder.
Transparencia Venezuela: 60% de los flujos de ingresos de PDVSA entre 2020 y 2023 permanecen impagos
El pago de sobornos y la cooptación de jueces y fiscales a todos los niveles del sistema judicial son prácticas comunes, sirviendo como mecanismos clave para asegurar la continuidad de actividades ilícitas. Algunos jueces y fiscales venezolanos enfrentan investigaciones de la Corte Penal Internacional por su presunta participación en abusos, torturas y crímenes de lesa humanidad.
Venezuela, junto con Siria, ocupó las posiciones más bajas en el índice global de corrupción del año pasado. Según el ‘Corruptómetro’ de Transparencia Venezuela, la corrupción ha comprometido al menos 64.601 millones de dólares. A pesar de una operación anticorrupción el año pasado, liderada por la renuncia del exministro de Petróleo Tareck El Aissami, la falta de transparencia y explicaciones ha generado incertidumbre sobre el alcance y la responsabilidad en los hechos.