Jorge Giménez, el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, destaca no solo en el campo de juego de La Vinotinto, sino también en el complejo escenario de negocios vinculados al régimen. Con una sólida red empresarial, Giménez no solo lidera la selección en su camino hacia el Mundial de 2026 sino que también se involucra en actividades comerciales que abarcan desde la intermediación en alimentos para los CLAP hasta el comercio de petróleo con Pdvsa. Con información de Armando Info.
Su ascenso meteórico se ve respaldado por su estrecha relación con la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien lo considera la «voz profesional» de Venezuela en el fútbol internacional. Giménez, además de su habilidad en el terreno deportivo, ha tejido conexiones estratégicas, evidenciadas en sus viajes internacionales que van más allá del ámbito futbolístico.
En un juego de influencias, Giménez ha consolidado su posición económica, aprovechando la detención de Alex Saab en 2020 y la posterior intervención contra Tarek El Aissami en 2023. Este vacío de competidores le ha permitido emerger como un potencial sucesor de la posición que una vez ocupó Saab en el régimen de Maduro. La partida de estos jugadores clave del escenario comercial ha allanado el camino para que Giménez se posicione como un actor principal en el complejo entramado empresarial vinculado al régimen.
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