España dirá adiós a los “visados de oro” por compra de viviendas, anunció Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, durante un acto sobre vivienda social. Esta medida, instaurada en 2013 para revitalizar el sector inmobiliario en medio de la crisis financiera, permitía a extranjeros obtener residencia invirtiendo más de 500.000 euros en propiedades, excluyendo deudas o hipotecas. Hasta finales de 2022, se han otorgado 11.464 permisos, mayormente por adquisiciones inmobiliarias. Con información de El País.
La Comisión Europea ya había instado en 2022, tras la crisis de Ucrania, a eliminar estas prácticas que facilitan el cambio de residencia mediante inversiones. Sánchez pretende reformar la ley para enfocar la vivienda como un derecho, no como un negocio especulativo. Esta decisión sigue a acciones similares en Irlanda y Portugal, y un endurecimiento en Grecia.
La iniciativa responde a la presión de asociaciones y socios políticos que ven obsoletos estos privilegios para grandes fortunas. Un informe de Transparencia Internacional destaca a ciudadanos chinos y rusos como principales beneficiarios. De especial interés es el caso de los 98 visados concedidos a venezolanos, evidenciando la diversidad de nacionalidades atraídas por esta política.
El Gobierno, en plena campaña electoral, busca reforzar sus políticas de vivienda, asegurando el acceso a hogares dignos y asequibles. Pese a las críticas de que la eliminación de los visados de oro podría impactar negativamente la inversión extranjera y los precios inmobiliarios, el Ejecutivo se mantiene firme en su decisión, marcando un cambio significativo en la política de residencia e inversión en España.