Este mes de abril, ocho años después de que los ‘Papeles de Panamá’ sacudieran el mundo, el juicio contra 27 personas involucradas en la trama de evasión fiscal y blanqueo de dinero a través del bufete panameño Mossack Fonseca finalmente se puso en marcha. Entre los acusados está Jürgen Mossack, abogado panameño de origen alemán y cofundador del bufete, quien junto con otros exdirectivos enfrenta acusaciones que podrían llevarlos a prisión por hasta 12 años.
La primera jornada del juicio se centró en la lectura del auto de llamamiento, con los procedimientos testimoniales programados para comenzar el día siguiente. Mientras tanto, la defensa de Mossack sostiene la inexistencia de delitos, un sentimiento que resonó entre los demás acusados, incluido Ramón Fonseca, quien no asistió debido a problemas de salud.
La fiscal Isis Soto, al término del primer día, manifestó que el blanqueo de capitales está claramente acreditado, anticipando que la fiscalía buscará una «condena ejemplar». Esta declaración marca un contraste con la posición de los acusados y sus abogados, quienes argumentan un posible ataque cibernético global como parte de su defensa, alegando que los documentos filtrados no reflejan la realidad de sus operaciones.
Bufete Mossack Fonseca, epicentro de los papeles de Panamá, anuncia su cierre
El escándalo de los ‘Papeles de Panamá’, revelado inicialmente por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en abril de 2016, expuso cómo líderes mundiales, deportistas y personalidades del entretenimiento utilizaron estructuras opacas para ocultar activos y evadir impuestos a través del bufete Mossack Fonseca. El impacto fue tal que llevó a Panamá a realizar reformas legales y mejorar su imagen internacional, aunque la legislación vigente en el momento de los hechos sigue siendo un punto de discusión crucial en el juicio.
El caso no solo cuestiona las prácticas financieras globales, sino que también pone a prueba la capacidad de la justicia panameña para lidiar con las complejidades de casos de corrupción que tienen implicaciones tanto locales como internacionales. Con el mundo observando, el juicio busca no solo justicia, sino también respuestas a un sistema que permitió tales abusos de poder y riqueza.