Un comerciante de bitcoins fue víctima de un fraude conocido como «envenenamiento de direcciones», perdiendo 65 millones de euros tras enviar criptomonedas a una dirección falsa controlada por ciberdelincuentes. Estos hackers crean direcciones fraudulentas que se asemejan a las de los usuarios, para luego enviar pequeñas cantidades de dinero a las cuentas auténticas, quedando así registradas en el historial de transacciones. Cuando la víctima copia desde este historial para hacer nuevas transferencias, acaba enviando sus fondos a los estafadores. Con información de Certik Alert.
La firma de seguridad CertiK confirmó el robo, identificando que los delincuentes convirtieron los bitcoins sustraídos en 23,000 Ethereums antes de transferir los fondos. Según el FBI, las estafas de este tipo provocaron pérdidas globales de 4 mil millones de dólares en 2023.
Para protegerse contra esta clase de fraude, la plataforma Trezor recomienda nunca copiar direcciones directamente desde el historial y, en caso de enviar grandes cantidades de dinero, hacer una pequeña transferencia inicial como prueba.