Las muertes por sobredosis en Estados Unidos han superado las 100.000 por tercer año consecutivo, según datos federales publicados el miércoles. Esta alarmante cifra es un recordatorio constante de la devastadora epidemia que el país enfrenta, impulsada principalmente por la potente droga callejera fentanilo. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que 107.543 personas murieron en 2023, una leve disminución respecto al año anterior. Aunque la agencia describe esta caída como la primera desde 2018, los expertos advierten que las cifras podrían aumentar nuevamente en el futuro, subrayando que el número de muertes sigue siendo inaceptablemente alto. Con información de The Washington Post.
Las historias de las víctimas de 2023 revelan la magnitud del problema: un niño de un año que murió tras ingerir fentanilo en una guardería de Nueva York, cinco miembros de la Tribu Lummi en Washington fallecidos en una semana, y ocho personas muertas en pocos días en un condado fronterizo de Texas. En Alabama, donde las muertes por sobredosis aumentaron un 8%, Jamie O’Quinn, un hombre de 47 años, sucumbió a una adicción que comenzó durante su estancia en prisión. Estas tragedias ponen de manifiesto la urgente necesidad de soluciones efectivas.
La droga que está devastando a EEUU: El terrible impacto del Fentanilo
Los funcionarios locales, estatales y federales han luchado por encontrar respuestas a esta crisis, que inició hace décadas con la proliferación de analgésicos legales. Con el tiempo, los consumidores pasaron a la heroína y luego al fentanilo ilícito, que es hasta 50 veces más potente que la heroína. Este opioide sintético ha causado un aumento dramático en las muertes, superando las 100.000 anuales por primera vez en 2021. Los esfuerzos para aumentar el acceso a tratamientos y medicamentos para revertir sobredosis como la naloxona son cruciales, pero no suficientes por sí solos.
Las muertes por sobredosis han variado regionalmente, reflejando la evolución del mercado de drogas ilícitas y las diferencias en las políticas estatales. Estados como Indiana, Kansas y Nebraska informaron disminuciones significativas, mientras que en estados occidentales como Alaska, Oregón y Washington, las muertes aumentaron considerablemente. En Oregón, por ejemplo, las muertes por sobredosis aumentaron a más de 1.800 en 2023, frente a unas 500 en 2016, lo que llevó a los legisladores a revertir una ley que despenalizaba la posesión de pequeñas cantidades de drogas.
La administración Biden ha priorizado la crisis de drogas respaldando el acceso a medicamentos para la adicción y obteniendo el compromiso de China para frenar el flujo de precursores químicos utilizados en la fabricación de fentanilo. Sin embargo, los republicanos critican al presidente por su manejo de la seguridad fronteriza y han vinculado la crisis del fentanilo con el desempeño de la administración en la frontera. La madre de Jamie O’Quinn, como muchas familias afectadas, culpa al gobierno por no cerrar las fronteras.