La Unión Europea ha dado un paso decisivo en la lucha contra el blanqueo de capitales y el control de las criptomonedas con la aprobación final de un conjunto de leyes que prometen transformar el panorama financiero. Este paquete legislativo, compuesto por tres reglamentos y dos directivas, ha recibido el visto bueno del Consejo de la UE tras ser ratificado previamente por el Parlamento Europeo. Con información de El País.
Claves de la nueva regulación:
– Creación de la AMLA: Se establecerá una nueva agencia europea dedicada a combatir el blanqueo de dinero, con sede en Fráncfort, superando a Madrid en la selección.
– Regulación de criptoactivos: Las empresas proveedoras de criptoactivos serán consideradas instituciones financieras, sujetas a estrictas obligaciones de control para identificar a los clientes y verificar sus identidades, especialmente en transacciones que superen los 1.000 euros.
– Control de riesgos: La AMLA desarrollará metodologías para evaluar los riesgos asociados a entidades y grupos financieros, prestando especial atención al volumen de servicios de criptoactivos y la presencia de clientes en países fuera de la UE.
El ministro de Finanzas belga, Vincent van Petegem, ha enfatizado que estas normativas más rigurosas fortalecerán los sistemas contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, asegurando que criminales y terroristas no puedan legitimar sus ganancias a través del sistema financiero.
Además, se ha establecido un límite de pago en efectivo de 10.000 euros, una cifra que supera el límite español de 3.000 euros, reflejando los desafíos de la UE para unificar legislaciones. A pesar de la tendencia hacia el euro digital, se reitera que no reemplazará al dinero en efectivo.
Impacto esperado:
– Mayor transparencia: Con la implementación de estas directivas, se espera una mayor transparencia en las transacciones financieras y un control más efectivo sobre el flujo de criptoactivos.
– Protección de la privacidad: Aunque se promueve el uso de medios digitales, se mantiene un firme compromiso con la protección de la privacidad y la opción del pago en efectivo.
Con estas medidas, la UE se posiciona en la vanguardia de la regulación financiera, equilibrando la innovación con la seguridad y la integridad del sistema económico.