El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ha incluido a Venezuela y Mónaco en su «lista gris» debido a insuficientes progresos en la contención de flujos financieros ilícitos. Esta decisión, tomada durante una sesión plenaria en Singapur, conlleva una supervisión más estricta para ambos países y puede disuadir a inversionistas extranjeros. Con información de Bloomberg.
Impacto en Venezuela
Para Venezuela, esta medida llega en un contexto desafiante. El país ha enfrentado sanciones estadounidenses que han complicado el cumplimiento en el sector financiero. Además, la decisión se da en un año electoral, donde Nicolás Maduro busca un tercer mandato consecutivo. Las encuestas muestran a su contrincante, Edmundo González, con una ventaja significativa. La inclusión en la lista gris podría agravar la ya difícil situación económica del país, afectando negativamente la entrada de capital.
Un informe de 2022 destacó preocupaciones sobre lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, vinculadas a la economía informal y la relación económica con Irán. Aunque el GAFI reconoce algunos avances, sigue señalando problemas persistentes y la necesidad de mejorar la supervisión financiera y la transparencia en la titularidad real de los activos.
Situación en Mónaco
Mónaco, por su parte, enfrenta sus propios desafíos. A pesar de los «progresos significativos» en la creación de una unidad de inteligencia financiera, el GAFI ha señalado deficiencias en la persecución de activos ilícitos y la gestión de dinero procedente de fraudes fiscales. La inclusión en la lista llega en un momento crítico para el principado, que espera un informe del Grupo de Estados Contra la Corrupción (GRECO). El gobierno de Mónaco ha expresado su compromiso de implementar las recomendaciones del GAFI en los próximos 18 meses.
Movimientos en la Lista Gris
En contraste, Turquía y Jamaica han sido removidos de la lista gris, reconociendo sus avances en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Sin embargo, más de 20 países, incluyendo Nigeria, Sudáfrica y Siria, permanecen en la lista, indicando que aún enfrentan desafíos significativos en estas áreas.
La clasificación en la lista gris sugiere que, aunque hay esfuerzos para abordar las deficiencias, estos países necesitan implementar medidas más efectivas para cumplir con los estándares internacionales de transparencia y seguridad financiera.