Alrededor del recientemente ascendido coronel Alexander Granko Arteaga se ha tejido una red de negocios que incluye fundos y agropecuarias, ferreterías, supermercados, empresas metalúrgicas, hoteles y cooperativas, sumando unas 30 empresas. La ONU ya había señalado sus vínculos con el tráfico de armas, la extorsión y la extracción ilegal de oro. Ahora, una nueva revelación muestra que, aunque está sancionado en EE.UU., su esposa y su familia política han abierto nuevas empresas en Florida. Con información de Armando.Info.
Entre hamburguesas con tocino y queso, antiácidos y productos como harina de almendras, barras de proteína, freidoras de aire, y Alka Seltzer, el bodegón «Beer & Food Truck» en Puerto Cabello, Carabobo, ofrece una variedad de marcas importadas y productos que recuerdan la disparidad económica de Venezuela. Este negocio también incluye un restaurante y un local nocturno con eventos deportivos y stand-up comedy, extendiéndose hasta las 3:00 de la madrugada.
Este establecimiento destaca no solo por su inventario, sino por los nombres detrás de él: Yurima Ferreira, su suegra; Yhuryseck y María de los Ángeles Escalante Ferreira, su esposa y cuñada. Las tres aparecen en los registros mercantiles de al menos otra decena de empresas.
Granko, jefe de la Dirección de Asuntos Especiales (DAE) de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), está sancionado desde 2019 por la Unión Europea y EE.UU. por su implicación en graves torturas atribuidas al régimen de Nicolás Maduro. A pesar de esto, su entorno logró abrir en 2022 una sucursal de «Beer & Food Truck» en Miami, registrada a nombre de su familia política.
El oficial de contrainteligencia y represor ha encontrado formas de burlar las sanciones, registrando múltiples empresas en Florida. A Granko se le atribuye la dirección de torturas y tratos crueles, especialmente señalado en informes de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por su papel en la Masacre de El Junquito y otras violaciones de derechos humanos.
Este es el mismo Alexander Granko Arteaga que hoy promociona su ron Espartano, mientras continúa operando en las sombras del régimen venezolano.