La reciente multa de 3 millones de dólares impuesta a TD Bank ha suscitado dudas sobre su relación con dos empresas de criptomonedas anónimas que operan en Colombia y el Reino Unido. La multa está vinculada a deficiencias en la supervisión del banco en la prevención de lavado de dinero (ALD), lo que ha limitado su capacidad de crecimiento en el futuro. La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) reveló que más de mil millones de dólares en transferencias realizadas por TD Bank estaban conectados al denominado “Grupo de clientes C”, cuya actividad principal giraba en torno a transacciones en criptomonedas. Con información de Financefeeds.
Este grupo recibía más del 90% de sus fondos desde una plataforma de intercambio de criptomonedas en el Reino Unido, mientras que el 60% de sus transacciones salientes se dirigían a una institución financiera en Colombia que ofrecía servicios de activos virtuales. FinCEN también señaló que las transacciones bancarias del Grupo de clientes C superaban los 100 millones de dólares mensuales, con transferencias a jurisdicciones de alto riesgo como Colombia, China y algunos países de Oriente Medio, lo que generó preocupaciones sobre la veracidad de la documentación del cliente.
A lo largo del período investigado, TD Bank procesó más de 650 millones de dólares para el Grupo de clientes C, a pesar de no tener certeza sobre el origen de los fondos. Una gran parte de este dinero fue transferido a una entidad financiera colombiana, aumentando las inquietudes sobre el posible uso indebido de criptomonedas para el lavado de dinero. Estas fallas en el cumplimiento de las normativas llevaron a la multa y a restricciones para futuras expansiones del banco.
La vinculación de TD Bank con el mundo de las criptomonedas se remonta a su adquisición de TD Cowen en 2022, un banco de inversión independiente que había lanzado Cowen Digital. Esta unidad ofrecía a los inversores institucionales acceso a activos como Bitcoin y Ether. Sin embargo, Cowen Digital cerró en junio de 2023, en medio de una serie de colapsos de empresas de criptomonedas de alto perfil y una creciente presión regulatoria en Estados Unidos.
