La elección de Susie Wiles como nueva jefa de gabinete de Donald Trump ha despertado preocupación por sus antecedentes como lobista y sus vínculos con intereses extranjeros, entre ellos el polémico caso de Raúl Gorrín, empresario venezolano propietario de Globovisión. Durante la primera presidencia de Trump, Wiles trabajó para Ballard Partners, una influyente firma de lobby que representó a Globovisión en un momento en que Gorrín lideraba una estrategia para acercarse al gobierno estadounidense. Con información de AP News.
En 2017, Wiles se registró como lobista de Globovisión, cadena adquirida por Gorrín en 2013 y conocida por suavizar su línea crítica hacia el régimen venezolano. Según los documentos, el trabajo de Ballard Partners para Globovisión supuestamente buscaba asesoramiento en políticas y regulaciones gubernamentales, aunque en la práctica se centró en influir en la Casa Blanca, que no tenía jurisdicción directa sobre una emisora extranjera. Este esfuerzo de lobby le costó a Globovisión 800.000 dólares en un año, pero más tarde fue señalado como parte de un esquema más amplio para ganar influencia política.
El rol de Gorrín y las conexiones con el régimen venezolano
El trabajo de Wiles para Globovisión coincide con los intentos de Raúl Gorrín por posicionarse como intermediario entre el régimen de Nicolás Maduro y el gobierno de Trump. Gorrín, que posee propiedades de lujo en Miami, buscaba aprovechar su relación con Ballard para mejorar la imagen del régimen venezolano en un momento de crisis económica y política. Esto incluyó iniciativas como la donación de 500.000 dólares de Citgo, subsidiaria de PDVSA, para la investidura de Trump en 2017.
Sin embargo, en 2018, Ballard Partners decidió cortar lazos con Gorrín al descubrir irregularidades en sus intenciones. Poco después, la justicia estadounidense acusó a Gorrín de lavado de dinero, incluyendo el uso del sistema financiero estadounidense para suministrar aviones privados, yates y otros lujos a funcionarios venezolanos en el marco de un esquema de desfalco de fondos públicos. En 2023, Gorrín enfrentó nuevas acusaciones por desviar 1.000 millones de dólares de PDVSA.
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Un “error costoso” para el lobby en Washington
Brian Ballard, presidente de la firma de lobby, calificó el trabajo para Gorrín como un “gran error”, destacando que este solo buscaba usar la reputación de la firma para sus propios fines. A pesar de que Wiles figuraba como lobista de Globovisión, Ballard aseguró que su participación en la gestión directa de la relación con Gorrín fue mínima.
El caso de Globovisión se suma a las críticas sobre cómo el entorno de Trump se convirtió en un imán para intereses extranjeros durante su primer mandato. Desde el hotel Trump en Washington hasta las oficinas de firmas como Ballard Partners, el cabildeo se convirtió en una herramienta clave para buscar el favor del presidente.
El futuro de Wiles en la Casa Blanca
Con la elección de Susie Wiles como jefa de gabinete, surgen dudas sobre cómo manejará los intereses de figuras poderosas y empresarios influyentes en el posible segundo mandato de Trump. A pesar de los escándalos y controversias, Wiles ha sido descrita como “organizada” y “directa”, cualidades que le han permitido manejar con éxito entornos políticos difíciles.
Sin embargo, su historial como lobista y su relación con casos como el de Raúl Gorrín ponen en evidencia los riesgos de permitir que intereses externos influyan en la política estadounidense. Mientras tanto, Gorrín sigue prófugo y enfrenta múltiples cargos por corrupción en Estados Unidos, mientras la cadena Globovisión permanece vinculada al régimen de Nicolás Maduro.
