En una de las mayores operaciones contra el crimen organizado en Italia, las autoridades arrestaron a 181 personas en Palermo, incluyendo jefes históricos, sicarios, extorsionadores y narcotraficantes. El operativo, llevado a cabo al amanecer con la participación de 1.200 carabineros, representa un duro golpe para la Cosa Nostra en su intento de reestructuración. “El crimen organizado está acorralado, la lucha contra la mafia no se detiene y no se detendrá”, declaró la primera ministra Giorgia Meloni. Con información de La Vanguardia.
Los investigadores han identificado un patrón preocupante: antiguos líderes mafiosos que han salido de prisión han retomado rápidamente sus actividades criminales, adaptándose a los tiempos con nuevas estrategias. Una de las novedades es su estrecha colaboración con la ‘Ndrangheta, la poderosa mafia calabresa que domina el tráfico global de drogas. Además de los negocios tradicionales como la extorsión, han diversificado sus ingresos con apuestas en línea y otros esquemas financieros ilícitos.
Uno de los aspectos más alarmantes del caso es la facilidad con la que los líderes mafiosos continuaban dirigiendo sus operaciones desde la cárcel. A través de videollamadas y contactos con familiares, organizaban reuniones, traficaban drogas y ordenaban ataques. Un ejemplo de ello es el jefe del clan de Porta Nuova, Calogero Lo Presti, quien no solo dictó órdenes para una brutal agresión, sino que también presenció la paliza en tiempo real mediante un chat encriptado. En estas comunicaciones, los mafiosos utilizaban nombres en clave como “Oso”, “Sobrino”, “Robert De Niro” y “El Hombre Araña” para evitar ser detectados.
El fiscal de Palermo, Maurizio De Lucia, advirtió sobre el poder que la mafia sigue ejerciendo en los barrios más desfavorecidos, donde los jóvenes encuentran en la criminalidad una vía de escape ante la falta de oportunidades. Por su parte, el fiscal nacional antimafia, Giovanni Melillo, alertó sobre la preocupante ausencia del tema mafioso en el debate público italiano, lo que podría favorecer el resurgimiento de estas organizaciones.
Este megaoperativo deja en evidencia que, aunque la lucha contra la mafia continúa, las organizaciones criminales siguen adaptándose, combinando sus métodos tradicionales con herramientas tecnológicas y alianzas internacionales que complican su erradicación definitiva.