La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC) anunció el 31 de marzo de 2025 sanciones contra seis individuos y siete empresas por su presunta implicación en una red transnacional de lavado de dinero vinculada al Cártel de Sinaloa, considerada una de las organizaciones criminales más violentas del mundo. Con información de El Economista.
La acción, resultado de una investigación conjunta entre la Fiscalía del Distrito Sur de California, la DEA, el FBI, el IRS, el HSI y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México, apunta directamente a una compleja estructura financiera que facilitaba el movimiento de millones de dólares en ganancias ilícitas a través de casas de cambio fronterizas entre Mexicali, Baja California, y el condado de Imperial, California.
Según la OFAC, la organización bajo investigación habría lavado al menos 16.5 millones de dólares hasta abril de 2023, actuando al servicio de las dos principales facciones del Cártel de Sinaloa: “Los Chapitos”, liderados por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, e Ismael “El Mayo” Zambada.
Entre los sancionados destaca David Esparragoza, residente en México y operador clave del cartel, quien supervisaba diversas células de lavado de dinero y controlaba la empresa Tapgas México SA de CV. Esparragoza respondía directamente a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los principales líderes de “Los Chapitos”.
Modus operandi y violencia
La red no solo canalizaba fondos ilícitos utilizando casas de cambio y empresas fachada, sino que también recurría a la violencia para operar. Salvador Díaz Rodríguez, uno de los sancionados, además de lavar dinero, se desempeñaba como sicario en Mexicali, extorsionando a comerciantes locales bajo amenaza de muerte. Su socio, Israel Daniel Páez Vargas, era reclutador de personal para la red financiera liderada por Alberto David Benguiat Jiménez, también sancionado.
Benguiat, residente en Ciudad de México, ha sido acusado formalmente en Estados Unidos por conspiración para lavar instrumentos monetarios. Se le atribuye una red capaz de mover más de 50 millones de dólares al servicio del Cártel de Sinaloa y de José Ángel Rivera Zazueta, un traficante de fentanilo que importa precursores químicos desde China para fabricar drogas sintéticas en México.
Repercusiones internacionales
La decisión del Tesoro de EE.UU. forma parte de una política más agresiva tras la reciente clasificación del Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera (OTE). La administración estadounidense ha reiterado su compromiso de perseguir las estructuras financieras del narcotráfico, que considera responsables del ingreso de grandes cantidades de fentanilo y otras sustancias letales al país.
Las sanciones incluyen el bloqueo de todos los bienes y activos que los involucrados puedan tener en Estados Unidos, así como la prohibición de que ciudadanos estadounidenses realicen transacciones con ellos.
Esta operación refuerza el mensaje de que la cooperación bilateral entre México y Estados Unidos continúa activa en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, también evidencia la sofisticación de los esquemas financieros que permiten a los cárteles operar como verdaderas multinacionales del delito.