Brasil | La presidenta de Brasil ,Dilma Rousseff, ha firmado la ley para la repatriación de capitales que establece el régimen especial de la moneda de liquidación y tributaria, lo que permite la amnistía fiscal a todo el dinero que no ha tributado oficialmente en Brasil y se encuentra en el extranjero.
La presidenta ha asegurado que la legalización facilita la resolución de los expedientes con el pago de los impuestos y las multas aplicables en cada caso de una cantidad que se estima podría recaudar unos 21.000 millones de reales, lo que es algo más de 5.000 millones de dólares.
Dilma ha impedido la repatriación de dinero a nombre de terceros, la posibilidad de hacer frente pago fraccionado de los impuestos y además de la regularización de los objetos no declarados, tales como joyas, metales preciosos y obras de arte.
También ha aclarado que quedan fuera de la amnistía los beneficios obtenidos por el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes o medicamentos,del terrorismo y su financiación, del contrabando y el tráfico de armas, de secuestros ,delitos contra la administración pública y en particular a los delitos contra la administración pública extranjera y otros recursos financieros que provienen de hechos delictivos.
La presidenta brasileña ha reconocido que “la ley beneficiará a aquellos que quieran voluntariamente declarar o rectificar la declaración incorrecta”, señalando que las medidas están dirigidas al impuesto sobre la renta sobre ganancias del capital. El proyecto ha sido muy criticado por ser demasiado blando con los grandes evasores de impuestos y añaden que facilita el lavado de dinero generado por el escándalo de Petrobras y otras tramas de corrupción, que han desviado millones de euros a paraísos fiscales y cuentas secretas en Suiza de políticos de la coalición gobernante y grandes empresarios.www.femepress.es