São Paulo| Fiscales federales de Brasil acusaron al presidente de la compañía que controla JBS SA de “delitos contra el sistema financiero”, lo que desató una ola de ventas en las acciones de la mayor procesadora de carne del mundo.
Los fiscales acusaron a Joesley Batista, presidente del holding J&F Investimentos SA, y otras ocho personas en la presunta operación ilegal. Batista también preside la junta de JBS, aunque la empresa dice que él no ha ocupado un cargo ejecutivo desde febrero de 2011.
Según la acusación, el ahora desaparecido Banco Rural SA prestó 80 millones de reales (US$19,7 millones) a un par de empresas controladas por J&F. Estas empresas luego habrían depositado el dinero en la filial financiera de J&F, que a su vez prestó los 80 millones de reales de vuelta a la casa matriz de Banco Rural, Trapézio SA.
Los fiscales dicen que esta transacción de “crédito triangular” tenía la intención de eludir una ley brasileña que prohíbe los préstamos de una entidad financiera a sus propietarios.
J&F dijo en un comunicado que “las personas involucradas se sienten seguras de que, cuando se les solicite, presentarán su defensa para demostrar su inocencia y la regularidad de las transacciones financieras”. La compañía también señaló que JBS no estuvo involucrada en la operación y que ninguno de sus empleados fue acusado de delitos.
Dueños de los pollos
JBS S.A. es la empresa de producción de alimentos cárnicos de Brasil, fundada en 1953, considerada el mayor frigorífico latinoamericano, fundado en 1953. Mantiene operaciones en más de cien países en casi 110 países con 125.000 empleados. Con esta empresa, el gobierno de Venezuela mantiene una relación de codependencia a través de un contrato que supera los 2 mil millones de dólares. La mitad de la carne y una cuarta parte de pollo consumido por los venezolanos proviene de de JBS .
Siga la lectura de esta información, publicada en CCD el 8 de septiembre de 2015
