El exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, fue condenado a 18 de prisión por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos y cohecho, dentro del escándalo del ‘carrusel’ de la contratación, como la justicia llamó a uno de los mayores episodios de corrupción en Colombia.
Moreno, que permanecía detenido desde el año 2011, tuvo que abandonar su carrera política cuando la Procuraduría lo suspendió en el cargo de alcalde de la capital del país. Pocos meses después la Fiscalía lo detuvo, mientras se investigaba su participación en un fraude, a través de obras públicas, que le costó también la expulsión del Polo Democrático, el partido político de izquierda que representaba. Su proceso, sin embargo, no significó un costo político patra su colectividad. El alcalde que le siguió, Gustavo Petro, también llevó las banderas de la izquierda en Bogotá y, aunque en su mandato tuvo que soportar las críticas por las acciones de su antecesor, no tuvo ninguna consecuencia directa en su gestión.
En la audiencia judicial en donde se conoció la condena por las irregularidades en un contrato de servicios de ambulancia por una suma cercana a los 22 millones de dólares, el juez aseguró que «hubo una captación burda de la estructura del Estado» y que Moreno «hacía parte de una red de ladrones de cuello blanco». El exalcalde, tras recibir la condena a 18 años de cárcel, deberá afrontar otros dos procesos penales, relacionados también con irregularidades en contratación.
Los apellidos Moreno Rojas han estado involucrados en los últimos años en líos judiciales. El excongresista Iván Moreno Rojas fue condenado a 14 años de prisión tras haber sido hallado culpable de pedir millonarias comisiones para agilizar la entrega de contratos viales en Bogotá, mientras su hermano, Samuel, era alcalde de la ciudad. El par de hermanos, nietos del general Gustavo Rojas Pinilla, el único dictador en la historia de Colombia, hoy están tras las rejas. El País