El tráfico sexual en las minas de oro ilegales en algunos países de América Latina es «escalofriante». Miles de personas que trabajan allí son víctimas de explotación laboral por parte de grupos de crimen organizado, según ha comunicado un grupo de expertos este miércoles.
«Cuando estas minas están controladas directamente por grupos delictivos, o en zonas controladas por el crimen organizado, existe un riesgo elevado de tráfico de seres humanos», según dicta el informe de la organización con sede en Ginebra.
«Nuestra investigación ha revelado que en Colombia y en particular, Perú, existen numerosos casos de trata laboral y de explotación, de tráfico sexual e infantil».
El informe realizado por la organización Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada ha examinado los vínculos entre la minería de oro ilegal, el crimen organizado y el tráfico de personas en nueve países tales y como Perú, Colombia, Brasil o Bolivia.
Livia Wagner, quien ha escrito este informe, afirma que ha visto a niñas de tan sólo doce años trabajando en los burdeles y bares de alrededor de estas minas de oro en Madre de Dios, una provincia ubicada en la selva amazónica de Perú.
El precio tan elevado de este metal precioso ha creado una fiebre de oro que mueve millones de dólares en esta región del mundo.
La minería, más rentable que el tráfico de drogas
Los beneficios económicos procedentes de la minería ilegal son al menos tres veces más altos que los del tráfico de drogas, según el Gobierno de Colombia.
Aunque los precios del metal han caído en los últimos años, los grupos de crimen organizado siguen impulsando la expansión de la minería ilegal del oro.
Iniciativa Global estima que hasta el 80 por ciento del oro extraído en Colombia es ilegal, mientras que los funcionarios del Gobierno dicen que la mitad de estas operaciones mineras son ilegales.
Las autoridades locales que tratan de combatir la minería ilegal de oro se muestran impotentes debido al gran poder que tienen los grupos criminales y su relación con los funcionarios corruptos, según informa el escrito de la organización.
En los últimos años, Perú y Colombia han cerrado miles de minas que operan sin licencia del Gobierno y han rescatado a cientos de víctimas de la trata de personas durante varias redadas en minas ilegales. REUTERS/ El Mundo