El diario estadounidense The Washington Post dedicó hoy un duro editorial al gobierno venezolano, en el que aseguró que la situación en el país requiere de forma «desesperada» la intervención política por parte del resto de los Estados americanos.
En la pieza, titulada «Venezuela requiere desesperadamente una intervención política», la mesa editorial del prestigioso diario de la capital de EE UU apela a la Carta Democrática Interamericana aprobada por la Organización de Estados Americanos (OEA) como mecanismo para proteger la democracia en la región.
El editorial acusa al gobierno de haber «llenado ilegalmente» de simpatizantes el Tribunal Supremo de Justicia y le responsabiliza directamente de que Venezuela se acerque a un «colapso calamitoso», en el que en las tiendas faltan «comida y medicamentos básicas».
«El gobierno está a meses de entrar en incumplimiento de pagos. Los cortes importantes de agua y electricidad se han multiplicado en las últimas semanas. La inflación está en cifras de tres dígitos y el crimen violento se está disparando», describe el Post la situación en el país caribeño.
Además califica la medida del gobierno de reducir a cuatro días la jornada laboral de los empleados públicos de «sinsentido» y le acusa de haber iniciado una guerra con la Asamblea Nacional (de mayoría opositora) «pese al incremento del sufrimiento de los venezolanos».
El editorial critica que el Tribunal Supremo haya «desnudado» a la Asamblea Nacional de sus poderes constitucionales, tumbándole cada medida aprobada y menciona como ejemplo la ley de amnistía que hubiese liberado a 76 activistas de la oposición.
Según los editorialistas, el rechazo del máximo tribunal de liberar a los presos, entre los que menciona específicamente el caso de Leopoldo López, fue «ridículo» desde el punto de vista legal.
Pese a pedir intervención exterior, el Washington Post lamenta que los líderes regionales «estén distraídos», con Brasil «con su propia crisis política» y el gobierno de Barack Obama «preocupado por sus compromisos con Cuba».
«Mientras la Casa Blanca corteja a los Castro, estos usan su control sobre la inteligencia y fuerzas de seguridad venezolanas, y su acólito Maduro, para fomentar sus tácticas kamikazes. Probablemente no tardará en llegar una explosión», concluye el editorial. EFE