El auge de los precio del petróleo que poco benefició a Venezuela, si tomamos en cuenta la actual situación de crisis económica, evidenciada en la situación de desabastecimiento de alimentos básicos y en el deterioro de los servicios, como el de la electricidad, permitió, eso sí, la danza de los petrodólares . Un ejemplo es la empresa Alba Petróleos de Nicaragua, S.A. (Albanisa), una entidad privada que fue creada en 2007 para administrar los fondos de inversión que Nicaragua recibe a través de su membrecía en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), impulsada por presidente (f) Hugo chávez Frías.
Confidencial en un trabajo periodístico titulado La Alcancía de Albanisa revela los detalles de una extensa documentación reveladora de numerosas irregularidades en “el conglomerado de las empresas del Alba, manejado de forma discrecional y sin ninguna rendición de cuentas, que creció solamente mientras duró la bonanza petrolera”.
A continuación el reportaje
El análisis de más de 1,200 documentos elaborados por la gerencia de contabilidad y la Dirección de Proyectos de la empresa Alba de Nicaragua SA (Albanisa), que fueron filtrados a este medio de comunicación por fuentes vinculadas a Albanisa y al partido de gobierno, confirma el derroche de recursos y la forma discrecional con que continúan manejándose más de US$3,500 millones originados en la anómala “privatización” de la cooperación petrolera venezolana.
Se trata de un paquete de información en poder de Confidencial, contenida en 1,207 archivos organizados en 207 carpetas, con numerosos planes de negocios de proyectos, estados de resultados de empresas, informes, estudios financieros, esquemas de organización contable, tablas salariales, y minutas de reuniones con representantes de empresas extranjeras, que cubren desde 2008 hasta 2014.
Los documentos, cuya veracidad fue confirmada por ex funcionarios de Albanisa y expertos en temas de negocios, revelan el crecimiento exponencial que tuvo el negocio de la empresa mixta, venezolana-nicaragüense, al menos mientras duró el auge de los precios del petróleo, pero no ofrecen ninguna evidencia de la racionalidad o rentabilidad de dichas inversiones.
La información disponible sobre las actividades de una lista de empresas, aún parcial pero actualizada hasta el 2014, no registra resultados sobre los montos de las utilidades generadas por Albanisa y tampoco indica los pagos efectuados en concepto del impuesto sobre la renta.
En 2012, Albanisa importó el 92.7% de todos los combustibles que se consumieron en el país; invirtió US$5.5 millones en la Fase I de la Planta de Distribución de Combustible y la Refinería en Miramar, y detalló avances en proyectos como el puerto en Bilwi, y la instalación de centrales eléctricas. También reporta que se recibieron 1,104 vehículos: 648 autos Lada, distribuidos en 72 cooperativas de taxi en todo el país, y 228 buses KAVZ más 228 buses DINA, entregados a 18 cooperativas de transporte colectivo urbano.
El resumen ejecutivo del ‘Informe Institucional 2012’ de Alba Alimentos de Nicaragua (Albalinisa), detalla que las exportaciones hacia Venezuela pasaron de US$25.3 millones en el 2008, a US$717.9 millones en el 2012, hasta alcanzar un acumulado de US$1,478.5 millones.
“Albalinisa trabajó a favor de la facilitación del comercio, el desarrollo de la agroindustria, empleos, divisas y la apertura de nuevos mercados, que convierte a Venezuela en el segundo país de destino de las exportaciones de origen nicaragüense”, las que “incidieron en la mejora del nivel de vida de las familias nicaragüenses, productores, consumidores y la fuerza laboral acorde con la política comercial socialista justa del ALBA”, asevera el informe.
Los documentos analizados (en su mayoría en Word, pero también en PDF, Excel, y presentaciones en Power Point), reflejan la prisa que tenían los administradores locales de la empresa de propiedad binacional, encabezados por su vicepresidente, el ingeniero Francisco López, por empezar a generar ganancias, pero no ofrecen ningún reporte de rendición de cuentas a sus accionistas venezolanos sobre sus resultados.
Mayo de 2013 fue un mes de mucha tensión para los técnicos de la empresa que tenían a su cargo la preparación y presentación de planes de negocios. La razón es que Managua sería sede de la VIII Cumbre Presidencial de PetroCaribe a finales de ese mes, y necesitaban tener listos todos los documentos para presentarlos a sus ‘socios’.
Producto de esa febril actividad de ‘creatividad empresarial’, son los planes de negocios que detallan los pasos para crear unas 66 empresas y sus proyecciones económicas, aunque la mayoría nunca llegaría a hacerse realidad.
Entre los planes que sí se materializaron -en algunos casos, gracias a las ventajas de actuar como un grupo cuasi monopólico- destacan Alba Caruna (el brazo financiero del grupo); Albalinisa (administradora del mecanismo de compensación comercial para pagar la factura petrolera con alimentos); Alba Generación (que posee capacidad instalada para generar 316.5 megavatios de energía térmica y eólica), y ‘Comercio y Suministro’, que pasó de importar el 15% de los combustibles en 2007, al 89% en 2012.
Junto a estos éxitos comerciales, también hay decenas de promesas de proyectos que nunca lograron pasar la etapa de prefactibilidad (mataderos industriales, ferrocarriles, varias industrias alimenticias, una línea aérea, una empresa de telecomunicaciones con sueños de regionalización); ideas exóticas (criar gusanos de seda o construir un autódromo), así como proyectos para reflotar empresas propiedad del ingeniero López, la construcción de un hotel propuesto por Edén Pastora, o la compra de una editorial con serios problemas financieros.
Dinero… a borbotones
En 2008, los administradores de Albanisa podían considerarse los empresarios privados más afortunados del país: ese año recibieron 305.1 millones de dólares, de los que una parte se usaría para financiar proyectos sociales, destinando el resto para crear un entramado empresarial que generara ganancias para pagar ese dinero en abonos a lo largo de un cuarto de siglo a una tasa del 2% de interés.
El 2009 fue también un buen año, al recibir US$282.1 millones en crédito, y tener que pagar solo US$4.4 millones por los US$70 millones recibidos dos años antes. A partir de ese momento, los abonos fueron creciendo en la medida en que se acumulaban los créditos, por lo que el Grupo tuvo que abonar US$109.2 millones en 2013; otros US$143.9 millones en 2014, y hasta US$179.0 millones en el 2015.
El esquema para autorizar el desvío de los fondos de la cooperación estatal venezolana para el desarrollo de actividades privadas lucrativas, fue autorizado por el ex presidente Hugo Chávez en 2008. Una investigación periodística de Confidencial ‘El botín de los petrodólares’, reveló que desde 2010 Nicaragua le notificó al Fondo Monetario Internacional que el 62% de los fondos venezolanos serían destinados a esta clase de operaciones empresariales con fines de lucro, oficialmente bautizadas como “proyectos socio-productivos”.
En 2009 entraron otros US$282.1 millones. En el 2010, la suma subió hasta US$522 millones. Luego, a US$564.3 millones en el 2011, gracias a los altos precios del petróleo. Solo había un problema: a partir del 2010, hubo que empezar a pagar. Al inicio, una cuota modesta de casi US$19.4 millones, o sea, el 1.6% de los US$1,179.2 millones recibidos hasta ese momento.
La cuota se elevó a US$36.4 millones en el 2011, en un momento en que eran más los gastos –producto del financiamiento de los denominados ‘proyectos sociales’- que las ganancias, por lo que los administradores de la sociedad mixta se dieron a la tarea de formalizar el esquema empresarial que ya existía de facto.
Fue la época en que el venezolano Rafael Paniagua, entonces gerente general de Albanisa, detallara la existencia de un conglomerado de grandes y pequeñas ‘empresas del Alba’ (‘albitas’ y ‘albotas’, le llamaba él): desde la que prometía construir una refinería de más de US$4,000 millones, a la que planeaba usar el agua del lago Cocibolca para regar las tierras aledañas a ese cuerpo de agua, y producir alimentos.
*Energía, hidrocarburos, exportaciones a Venezuela, infraestructura, y también banca y finanzas
Es imposible saber cuántas empresas se agrupan en torno a Albanisa. Las hay de todo tamaño, sabor y color, pues el consorcio ha contado con una disponibilidad ilimitada de fondos para incursionar en diversos campos de negocios y concebir cualquier clase de proyectos, incluso comprando propiedades a ¨precios capricho¨, muy por encima del valor de mercado. Pero la columna vertebral de Albanisa es visible y está conformada por las empresas Alba, con inversiones en energía, exportaciones, infraestructura, importación de hidrocarburos, y finanzas.
La siguiente es una lista incompleta de los negocios, intereses e inversiones de Albanisa:
Alba Caruna
El brazo financiero de las Albas. Originalmente se concibió como un mecanismo privado para evadir el control que pretendía imponer la Asamblea Nacional, sobre los recursos estatales provenientes de la ‘cooperación’ venezolana.Además de financiar los proyectos que sí llegaron a materializarse, los recursos de Alba Caruna también se han usado para ofrecer préstamos al Estado, tanto para que la Empresa Nacional de Alimentos Básicos (Enabas), comprara granos básicos, como para financiar proyectos de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal).
De paso, entre 2010 y 2013, la financiera del Alba también prestó cerca de US$200 millones al Instituto Nicaragüense de Energía que actuó en nombre del Estado, para financiar subsidios a la tarifa de electricidad, de modo que los precios se mantuvieran estables, en un momento en que el costo del búnker se disparaba.
El rol de Alba Caruna comenzó a cambiar cuando Pdvsa pidió en 2015 a su contraparte nicaragüense que los activos y pasivos asociados a la cooperación petrolera que maneja la poderosa cooperativa financiera pasaran a Albanisa, que es 51% de su propiedad, siendo que Caruna es en rigor, una entidad privada totalmente nicaragüense, sobre la que Pdvsa no tiene ninguna incidencia.
Otra muestra de la pérdida de influencia de Caruna dentro de Albanisa, es el cambio de figura legal del brazo social del conglomerado que antes se llamaba Alba Solidaria, y ahora se denomina Fundación ‘Hugo Chávez Frías’.
Alba Solidaria/la Fundación, que ejecutaba programas como ‘Techo Solidario’, o ‘Becas Alba’, y entregaba títulos de propiedad o canastas de alimentos, funciona en la actualidad como una entidad separada, pero siempre dentro del grupo, con fondos cada vez más escasos, lo que obligó a finales de 2015 a disminuir la plantilla en casi un tercio del personal.
Alba Depósitos
Rebautizada como ‘unidad de Comercio y Suministro’, el plan de negocios de esta entidad reconoce que el Decreto 39-2011, que reglamenta la Ley de Suministro de Hidrocarburos, “tácitamente le permite a ALBANISA ser el único importador de petróleo crudo y derivados”, para lo cual se propusieron construir un sistema de tanques para almacenar 1,080,000 barriles, que garantizara 6 días de abastecimiento de gasolina y 11 días de diésel.
Para cimentar ese monopolio, “en 2008, se llegó a un acuerdo interno trascendental con directivos de la Exxon Mobil sobre su refinería en Managua para procesar exclusivamente Crudo MESA 30 procedente de Venezuela. Este acuerdo aún prevalece con Puma Energy”. “Si este acuerdo se suspende o termina afectaría grandemente el negocio”. “Albanisa… es exclusivamente importadora de hidrocarburos y con carácter monopólico”, admite el documento.
Para terminar su control sobre el mercado, el plan de negocios 2013 – 2302 de la ‘Unidad de Negocio Comercio y Suministro, Albanisa’, fechado el 19 de septiembre de 2013, detalla que la Planta de Recepción, Almacenamiento y Despacho de Combustibles en Miramar, diseñada para suplir el 100% de la demanda de hidrocarburos y destinada para entrar en operación en el primer trimestre de 2016, será clave para sacar del juego a la refinería de Puma Energy, toda vez que “Nicaragua no requerirá de la actual industria de refinación nacional”.
Para asegurar el punto de equilibrio del negocio de distribución de combustibles, la empresa plantea la necesidad de obtener ingresos anuales por US$1,177.8 millones, solo en el 2013, que le permitiera cubrir los costos de importación de hidrocarburos, y pagar otros US$2.8 millones en costos fijos.
Alba Generación
Nació como la unidad de negocios que se encargaría del manejo de las plantas térmicas ‘Hugo Chávez’ y ‘Che Guevara’ con miras a instalar 223.1 MW de generación eléctrica. A pesar de ser una de las más antiguas y funcionales de las empresas del grupo, los jerarcas de Albanisa se reunieron de emergencia en el hotel Seminole en mayo del 2013 con los gerentes generales de sus empresas y proyectos mayores.
La razón es que necesitaban tener los planes de negocios terminados a más tardar a inicios de junio 2013, porque Managua sería sede de la VIII Cumbre Presidencial de PetroCaribe a finales de ese mes, y necesitaban tenerlos listos para mostrarlos a sus socios.
En el caso de Alba Generación, aunque el documento estaba terminado en un 95%, aún faltaba realizar “ajustes de proyecciones financieras a realizar con la incorporación de ALBA Eólica, [y] Planta térmica”. Luego de varios años, la empresa posee una capacidad instalada de 316.5 megavatios, de los que 87.5% se generan a partir de hidrocarburos, la fuente más estable, pero también más sucia y cara con que dispone el país.
En la primera semana de abril, las plantas de Alba Generación solo estaban en capacidad de entregar 264.1 Mw., o sea, 83.4% de su capacidad instalada, según datos oficiales del Centro Nacional de Despacho de Carga.
El Supremo Sueño
En junio de 2013, los directivos de Albanisa recibían un plan de negocios que cubría el periodo 2013-2022, detallando la construcción del Complejo Industrial ‘el Supremo Sueño de Bolívar’ (Ciessb). Según cálculos de la empresa francesa Axens, el precio del petróleo subiría, subiría y subiría alegremente, hasta llegar a US$90.9 por barril en el 2015, justificando así una gigantesca inversión de US$5,664.5 millones.
Las condiciones del préstamo indicaban que tendrían que encontrar a alguien que aportara el 80% de los recursos, a pagarse en 25 años, sin periodo de gracia, con una tasa del 10%. Luego de pagar los abonos y las operaciones de cada año, el proyecto generaría una ganancia de… US$10 millones, a partir de 2018, pese a que esperaban obtener 22.5 dólares por cada barril de crudo que refinaran.
La primera fase del complejo incluía una planta de recepción, almacenamiento y distribución de combustibles, que debería haber estado lista en 2015, a un costo de US$300 millones. También una refinería con capacidad para procesar 100,000 barriles por día, con una inversión estimada de US$1,500 millones.
En la etapa II, se agregaban nuevas unidades de proceso, a un costo de US$2,100 millones. En la III, se invertían US$14.5 millones, para integrar el Complejo de Refinación con la Planta de Reserva de combustible “Piedras Blancas”. Para la IV etapa, se guardaban US$50 millones para comenzar a ampliar la refinería, si hacía falta.
En la segunda fase, se planeaba construir un oleoducto interoceánico que costaría unos US$1,200 millones. Finalmente, la tercera fase destinaba US$500 millones para edificar un complejo petroquímico. Nueve años después de que los presidentes Chávez y Ortega pusieran la primera piedra en una ceremonia oficial, la refinería ¨El Supremo Sueño de Bolívar¨ se redujo únicamente a una planta de almacenamiento y distribución de combustibles y productos terminados.
Albalinisa
Si haber sido elegida como el mecanismo financiero para privatizar la ‘cooperación’ venezolana elevó a Caruna a la posición de la cooperativa más rica de la nación, la implementación del ‘mecanismo de compensación’ entre Nicaragua y Venezuela, puso a Alba Alimentos de Nicaragua S. A. (Albalinisa), en la lista de las diez primeras empresas exportadoras del país.
En septiembre de 2015, el Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), eliminó oficialmente de su sitio web el ranking de las primeras 50 exportadoras del país, y desde entonces se maneja como información reservada.
Albalinisa se convirtió en el gran comprador nacional y exportador exclusivo a Venezuela de azúcar, carne, frijoles, aceite, leche, y ganado en pie, acumulando ventas por US$896.7 millones entre junio del 2008 y abril del 2012, según se refleja en un plan de negocios para instalar una ‘planta procesadora de alimentos cárnicos’ (matadero) elaborado en 2012.
Prueba del potente músculo exportador de Albalinisa, es el incremento constante de la colocación de productos nicaragüenses en los puertos venezolanos, que pasó de una cifra más bien anecdótica de US$2 millones en 2006, a US$437.8 millones en el 2012, cuando alcanzó cifras máximas, iniciando un declive que acentúa año con año (US$405.8 millones en el 2013; US$375.9 millones en el 2014), para cerrar en US$301.6 millones en el 2015, según el Cetrex.
“En el año 2012, respecto al 2011, se registra un crecimiento real del 94.7% del valor de las exportaciones compensadas de origen nicaragüense y de terceros mercados”, dice el Informe de Realizaciones 2012, elaborado a finales de enero de 2013. Ese desempeño se explica por la venta a Venezuela de US$194.2 millones en café; US$190.2 millones en carne; US$146.1 millones en azúcar, US$59.2 millones en aceite, y US$54.0 millones en arroz, pese a que el país es deficitario en la producción de esta gramínea.
Además de las millonarias compras de azúcar, carne, café, leche y aceite a los grandes productores industriales del país, (así como los frijoles a pequeños y medianos productores y cooperativas dedicadas a ese rubro), Albalinisa también tejió su propia red empresarial, integrada por nueve unidades de negocio: el ‘Programa de Compensación Comercial’, Alba Ganadería, Alba Cenamege, Alba La Fe, Alba Porcina, Alba Forestal, la Planta de Alimentos, Alba Hotel (que administraba el hotel Seminole) y Alba Urea (dedicada al comercio interno de ese insumo agrícola).
Del mismo modo que el alza en los precios del petróleo impulsó las exportaciones de productos nicaragüenses gracias al mecanismo de compensación comercial con Venezuela, el desplome del precio de los hidrocarburos ha provocado una crisis severa al reducirse drásticamente las ventas a ese país.
Datos del Cetrex que comparan el primer trimestre del 2016 con el mismo periodo del año pasado, muestran una caída de -25.1% en los ingresos por venta de lácteos; -18.8% en los de carne de res; -12.0% en los de azúcar, y -10.8% en los de café, todo ello mientras en el mismo lapso de tiempo se perdían ingresos por US$47.1 millones (58.5%) en ventas a ese país.
Alba Equipos
Denominada Empresa de Servicios y Construcción de Obras S.A (Econsa), esta unidad de negocios pretende ser la constructora del ALBA, y debía estar disponible para ejecutar obras de la refinería, puertos, aeropuertos, carreteras, presas, oleoductos y poliductos, movimientos de tierra y otros.
Hasta 2011, la empresa había comprado 82 maquinarias por US$11.4 millones, previendo que para 2013, construirían 92.3 kilómetros de Calles para el Pueblo; habilitarían 4,923 lotes para Casas para el Pueblo; así como espacios para instalar 223.1 Mw. de generación eléctrica, y moverían 5 millones de metros cúbicos para la segunda fase de la refinería.
El plan de negocios contempla ingresos por US$87 millones, y ganancias por US$3.3 millones, sumando los primeros 10 años de funcionamiento.
Alba Forestal
Esta unidad de negocios se creó después que el huracán Félix devastara parte de la costa Caribe del país, y afectara a 13 especies con alto valor comercial, cuantificadas en más de 10.7 millones de metros cúbicos, con un valor aproximado de US$321.4 millones, que sigue procesando y exportando madera.
Según Rafael Paniagua, a la sazón gerente general de Albanisa, hasta el 2009 Albaforestal nació con tres viveros con 350,000 plantitas, y habían sembrado “3,000 árboles en Corinto, y 2,000 en las petrocasas”. Con todo, a mayo del 2013, el documento que contenía el plan de negocios de Alba Forestal -también conocida como ‘N & H Wood Products S.A.’- apenas llevaba un avance de 75%.
El atraso se justificaba porque había que hacer “ajustes de proyección financiera, conforme a resultados de zafra 2013; incorporar elaboración de subproductos de la madera y diversificación de mercados: nacional y dominicano”, además de revisar las instancias corporativas.
Los documentos muestran que la empresa acumulaba pérdidas por US$7.1 millones al 31 de mayo de 2013. Un informe contable elaborado a final de ese año, muestra que sus problemas continuaron pues “los incrementos de los inventarios producto del aumento del nivel de procesamiento y la nula comercialización, implicó una baja rotación de inventarios”.
Banco del Alba (BanCorp)
A partir del 2015, luego que la Superintendencia de Bancos (Siboif), aprobara al Banco Corporativo (BanCorp), éste pasó a manejar una parte de los recursos de Albanisa, tanto a través de cuentas corrientes, como de fideicomisos para hacerse cargo de los préstamos a recuperar. El resto de los fondos se mantiene en otras entidades de la banca nacional.
BanCorp está autorizado para captar depósitos y ofrecer préstamos al público, así como para efectuar negocios internacionales. La nueva entidad funciona principalmente como un banco corporativo del grupo Alba y tiene muy poca proyección comercial ante el público, aunque en los últimos meses ha empezado a brindar créditos a otras empresas privadas e inversiones que no forman parte del grupo Albanisa.
El BanCorp opera bajo la presidencia del empresario Luis Bárcenas, ex presidente de una empresa de préstamos personales llamada ‘Creser’, y tiene entre sus directores al vicepresidente de Albanisa, Francisco López, y a Jorge Martínez, presidente de Caruna.
Anteriormente, la Caja Rural Nacional (Caruna) y el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), jugaban el rol que ahora se le asignó al recién formado BanCorp. Fuentes vinculadas a Albanisa, revelaron que aunque el cambio de entidad financiera ocurrió formalmente a petición de Venezuela, también es una manifestación de la pugna de poder que libran Francisco López, vicepresidente de Albanisa, y Jorge Martínez, presidente de Caruna.
Hotel Seminole
La compra del Hotel a la tribu Seminole, ocurrió en el 2009, gracias a un préstamo de US$5 millones facilitado por Caruna a 15 años de plazo, con una tasa de interés del 4% anual. Hay otros cinco préstamos (para capital de trabajo, pago de deudas previas, y para hacer reparaciones) por casi US$570,000, con las mismas condiciones de crédito. El abono consolidado del primer año está calculado en más de US$126,400.
Los documentos muestran que esperaban que el establecimiento turístico, otorgado en arriendo (no se especifica a quien), generaría una pérdida de US$72,000 en el 2013, y a partir de ahí, ganancias siempre ascendentes que superaban los US$412,000 en el 2023, y se estancaban en poco menos de US$32,000 desde el 2024 hasta el 2033.
Un documento fechado en julio de 2012 titulado ‘Consolidado de Análisis de Procesos’ detalla las “debilidades” del hotel, y menciona la “falta de recursos tecnológicos, herramientas y equipos en general; espacio laboral y de almacenamiento insuficiente; sistema hotelero inadecuado y obsoleto, y presupuesto limitado para inversión de mejoras”, además de citar como ‘amenazas’, la “alta competencia desleal hotelera”, y el temor a que la demanda de habitaciones y banquetes fuera mayor a la que podían atender