Caracas | Venezuela acordó mejores condiciones para pagar y contraer nuevos financiamientos con China, al tiempo que recortará sustancialmente sus importaciones este año, buscando «oxígeno» que le permita cumplir con sus compromisos de deuda, dijo el vicepresidente económico. Miguel Pérez Abad. Foto Reuters/Marco Bello
La caída de los precios del crudo, principal fuente de los ingresos del país, ha precipitado una profunda crisis en el miembro de la OPEP, que además de lidiar con una altísima inflación, escasez de bienes primarios y recesión, debe cumplir con sus ingentes compromisos de deuda.
En la última década China ha prestado unos 50.000 millones de dólares a Venezuela a través de créditos que renueva anualmente a cambio de envíos de petróleo, un intercambio que se ha hecho cada vez más pesado para el país sudamericano conforme debe subir los volúmenes por la caída de los precios.
«Hoy la relación comercial con China y la alianza estratégica y política, están adaptadas a nuestras condiciones, lo que al país le va a dar un oxígeno muy importante para avanzar», explicó el también ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad, en entrevista con Reuters.
«Tenemos (…) mejores condiciones de plazo, y de montos de inversión», agregó, sin precisar cómo funcionará el nuevo esquema de financiamiento, o los volúmenes de despachos.
Pese a que Venezuela espera seguir recibiendo apoyo financiero de China, Pérez dijo que se recortaron en un 60 por ciento las importaciones en lo que va de año, y aunque se mantendrán las restricciones a lo largo de 2016, el ministro contempla una ligera recuperación en las vitales compras en la segunda mitad del ejercicio.
La industria venezolana depende de la materia prima importada para funcionar, por ende el severo descenso de la venta de divisas ha detenido cientos de líneas de producción.
El ministro dijo que no espera que Venezuela supere la recesión sino hacia finales de 2017, y agregó que será «inevitable» una inflación «importante» al término de los primeros seis meses del año.
Pérez explicó que destinarán unos 16.000 millones de dólares para las importaciones en 2016, distribuidos a través del estricto control de cambio vigente desde hace más de una década. En los primeros nueve meses de 2015, la nación petrolera importó unos 28.000 millones de dólares, de acuerdo a cifras oficiales.
Cumplir compromisos
Pérez también precisó que se empezarán a vender una mayor porción de sus escasas divisas a un tipo de cambio mayor, pero más rentable para la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), generadora principal de los dólares del país.
Una cuarta parte de lo destinado a compras externas, se venderá a la tasa de cambio oficial flotante, que es 40 veces más costosa que la preferencial de 10 bolívares.
La restricción de divisas permitirá a PDVSA cumplir al «100 por ciento» los compromisos de pago de deuda este año, afirmó Pérez. El presidente de la firma había dicho que se está trabajando para refinanciar parte de la deuda.
«Hay equipos que están trabajando el tema de la deuda de PDVSA (…) Todas las condiciones de revisión, reperfilamiento, búsqueda de capital van a ser muy beneficiosos para los tenedores de bonos», dijo Pérez.
Si bien el ministro descartó que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro venda activos para mejorar la liquidez, sí adelantó que «podrían servir como garantía, para nuevos papeles para refinanciar».
Pérez se mostró confiado en que con estos recursos mínimos y la aplicación de nuevos ajustes en los precios de bienes regulados por el Gobierno, el sector productivo podrá mejorar el abastecimiento de mercancía, en una nación que sufre por la escasez de alimentos y medicinas, además de la inflación más alta del mundo.
También dijo que esperan, para finales de año, concretar unos 5.000 millones de dólares en financiamiento para nuevos proyectos mineros que diversifiquen sus ingresos.
Pese a que Maduro firmó el viernes un nuevo decreto de emergencia económica que lo autoriza a intervenir empresas que detengan sus operaciones, el ministro dijo que descartan por ahora tomar plantas que se detengan por falta de materia prima.
«El segundo semestre va a ser mejor que el primer semestre, tanto en niveles de desabastecimiento como en percepciones económicas», apuntó.
Para ello, también apuestan a concretar préstamos de organismos multilaterales, y en ese sentido, dijo que recibirán 400 millones de dólares de parte del Banco Interamericano de Desarrollo, para diferentes proyectos, entre ellos eléctricos, un área sensible para el país, donde se aplica un plan de racionamiento diario de energía. Reuters