El expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina fue imputado formalmente el jueves por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito por su supuesta participación en una estructura criminal que saqueó al Estado guatemalteco entre 2012 y 2015.
Su vice presidenta, Roxana Baldetti, también está siendo imputada como parte del caso «Cooptación del Estado», por el que en total están siendo procesadas unas 70 personas, entre las que se incluyen los exministros de Gobernación, Defensa, Comunicaciones y Energía.
La Fiscalía Especial Contra la Impunidad acusa a Pérez y Baldetti de haber organizado y liderado una red que le cobraba millonarias comisiones a contratistas estatales.
Pero tanto el exmandatario como la ex vice presidenta -quienes también están siendo procesados por su supuesta participación en otro esquema de corrupción: la red de defraudación aduanera conocida como «La Línea»- niegan las acusaciones.
El escándalo de La Línea forzó la renuncia de Pérez Molina a la presidencia de Guatemala en septiembre del año pasado.
Y tanto él como Baldetti se encuentran actualmente en prisión por ese caso, aunque todavía no han sido condenados.
US$37,9 millones
Según la fiscalía, la red de «Cooptación del Estado» organizada por Pérez Molina y Baldetti empezó a recibir dinero ilícito para uso personal y para la campaña del Partido Popular antes de llegar al gobierno.
«Y una vez ganaron la elección, la organización respondió a los compromisos de la campaña y pagaron los contratos que debía el Estado», aseguró durante la audiencia inicial el fiscal Julio Prado.
En total, Prado estimó en US$37,9 millones el dinero recibido en concepto de comisiones ilegales provenientes de al menos 70 contratos.
«En su calidad de presidente aceptó y recibió de manera habitual y reiterada por lo menos 290 millones de quetzales (US$37,9 millones) en concepto de comisiones ilícitas, los cuales sirvieron para usted, (la exvicepresidenta) Baldetti y otros funcionarios», le dijo a Pérez Molina.
Según el fiscal, el exmandatario se benefició personalmente con al menos US$4,3 en regalos que incluyeron casas, automóviles, lanchas y hasta un helicóptero.
A Baldetti, por su parte, se la acusa de haber gastado pequeñas fortunas en viajes, hospedaje de lujo, ropa y zapatos de diseñador, joyas, perfumes e incluso una operación de lipoescultura.
Según las investigaciones hechas por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad con el apoyo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), la red de «Cooptación del Estado» operó hasta abril del 2015 cuando estalló el escándalo de «La Línea».