El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el subsecretario para Asuntos Políticos de la cancillería estadounidense, Thomas Shannon, se reunían el miércoles en el palacio de Gobierno en Caracas, con miras a reactivar el diálogo entre dos países que han estado enfrentados por años.
El encuentro se produce una semana después de que el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijera que quería mantener conversaciones para aliviar las tensiones con el Gobierno socialista del país caribeño.
Shannon, un diplomático con más de tres décadas de experiencia, se reunió más temprano con representantes de la oposición, como el gobernador Henrique Capriles, y está previsto que tenga un encuentro también el miércoles con miembros de la directiva de la Asamblea Nacional, controlada por críticos de Maduro.
La visita de Shannon, quien llegó el martes, también se produce en medio de los esfuerzos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para establecer un proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición, embarcada en una campaña para activar un referéndum que revoque el mandato de Maduro.
«Como se lo dije a Thomas Shannon, en Venezuela no se ha dado ningún proceso de diálogo (…) los venezolanos necesitan respuestas inmediatas. Si el Gobierno quiere dialogar que dé señales de cambio reales», dijo Capriles tras el encuentro, alegando que Maduro busca dilatar los esfuerzos para activar la consulta popular.
Venezuela y Estados Unidos no tienen representación a través de embajadores en cada uno de los países desde el 2008, cuando el fallecido Hugo Chávez expulsó al enviado de Washington tras acusarlo de espionaje.
Los roces entre los socios comerciales han sido constantes por más de una década. Pero, a pesar de las amenazas, Estados Unidos se mantiene como el principal mercado para el crudo venezolano.
El portavoz del Departamento de Estado John Kirby dijo el martes, en Washington, que las reuniones tratarían sobre los desafíos sociales, económicos y políticos en Venezuela y buscarían fomentar el diálogo.
Venezuela atraviesa una crisis profunda con escasez de productos básicos, inflación desatada y ánimos políticos caldeados. Reuters