Existe una necesidad urgente de reequilibrar las políticas con el fin de lograr una expansión mundial más sólida y sostenible, y para hacer frente a las vulnerabilidades acumuladas, afirma el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en su 86º Informe Anual, haciendo un llamado para que las políticas prudenciales, fiscales y estructurales jueguen un papel más destacado.
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) , en inglés Bank for International Settlements o BIS, es la institución financiera internacional más antigua del mundo. Su sede se encuentra en Basilea (Suiza).
Sus clientes son bancos centrales e instituciones internacionales, por lo que no acepta depósitos de particulares o empresas ni les ofrece servicios financieros.
«Necesitamos políticas de las que no tengamos que volver a arrepentirnos cuando el futuro se convierta en presente», afirma el BPI en su informe publicado hoy. En él describe un reajuste económico de amplia base a medida que los ciclos financieros van madurando, los precios de las materias primas caen, el dólar se refuerza y la liquidez mundial comienza a estrecharse.
En su principal informe económico, el BPI argumenta que las tasas de crecimiento no se encuentran lejos de su media histórica. Con todo, identifica una combinación de riesgos que incluye un crecimiento inusualmente bajo de la productividad, niveles de deuda históricamente elevados a escala mundial y un margen de maniobra cada vez menor para las políticas. Todo ello deja a la economía mundial altamente expuesta, también frente a perturbaciones económicas y riesgos políticos.
En opinión del BPI, las autoridades deben combinar la regulación prudencial, la política fiscal y las reformas estructurales para asentar las bases de un sólido crecimiento económico, y poner así fin a la excesiva dependencia actual de la política monetaria. Esta combinación más equilibrada de medidas de política debe insertarse dentro un marco de largo plazo más enfocado a evitar ciclos financieros de auge y contracción con graves costes para la economía.
La estructura de impuestos y exenciones podría ajustarse para eliminar el sesgo hacia la acumulación de deuda, por ejemplo suprimiendo las ventajas fiscales de la deuda sobre el patrimonio. Asimismo, la calidad del gasto público podría mejorar orientándolo en mayor medida hacia la inversión. A lo largo de este proceso es esencial evaluar el espacio fiscal y mantener las cuentas públicas saneadas.
Un sistema bancario más sólido y seguro contribuirá también a reforzar la economía: unos bancos mejor capitalizados prestan más fondos y unos creadores de mercado más fuertes favorecen la liquidez de mercado.
A lo largo del último año, las tasas de interés (ajustadas por la inflación) de las principales economías se han adentrado aún más en territorio negativo y el volumen de títulos de deuda soberana negociados con rendimientos negativos ha alcanzado nuevos récords. La persistencia de tasas de interés extraordinariamente bajas ha planteado dudas sobre su impacto en la rentabilidad y la resiliencia de las instituciones financieras, la sostenibilidad de los precios de los activos y sobre la economía en sentido más amplio.
Los autores del Informe analizan el cada vez menor impacto de la política monetaria sobre la economía mundial y la creciente relevancia de sus canales externos de transmisión, como son los tipos de cambio. También examinan las ventajas que aporta una política monetaria orientada hacia la estabilidad financiera y concluyen que los beneficios son mayores cuando las autoridades monetarias tienen en cuenta la estabilidad financiera a lo largo de todo el ciclo, tanto durante las fases de auge como durante las de contracción.
Otros estudios recogidos en el Informe Anual analizan algunas anomalías de los mercados financieros; cómo la asunción de riesgos financieros puede minar el efecto tradicional de las oscilaciones del tipo de cambio sobre la economía; el papel que juegan las cadenas mundiales de producción en la globalización de la dinámica de la inflación; y el tratamiento de la deuda soberana en los balances bancarios.
Los resultados financieros del BPI, publicados también en su Informe Anual, arrojan un balance total por valor de 231 400 millones de DEG (326 100 millones de USD) al cierre de marzo de 2016 y un beneficio neto de 412,9 millones de DEG (581,9 millones de USD).