La decisión de Citibank de cerrar las cuentas del Banco Central de Venezuela podría generar nuevos dolores de cabeza al régimen de Nicolás Maduro, al limitar el acceso del país a buena parte del sistema financiero internacional y llevarle a operar solo con bancos europeos o de Hong Kong
Citibank era el último banco estadounidense que aún se mostraba dispuesto a mantener abierta una cuenta corresponsal con el Banco Central de Venezuela y con el también estatal Banco de Venezuela, lo cual es requerido para operar con dólares en el exterior, dice el reportaje de El Nuevo Herald
Cititbank anunció que tomó la decisión como resultado de un análisis de riesgo, y expertos dijeron que esa explicación –frecuentemente utilizada para cerrar las cuentas con fondos sospechosos de ser ilegítimos, o que al menos no están debidamente justificados– probablemente dificultará que otros bancos estadounidenses accedan a abrir cuentas corresponsales a nombre del régimen de Maduro.
El propio gobernante describió la importancia de la cuenta al anunciar la decisión del banco.
“Recibimos la comunicación del Citibank, con el cual pagamos todas las cuentas del país para las transacciones en Estados Unidos y en el mundo, que dice que en 30 días le va a cerrar la cuenta al Banco Central de Venezuela y al Banco de Venezuela”, señaló el mandatario.
El riesgo detectado por Citibank “supone el manejo de transacciones financieras producto del blanqueo de dinero, procedente de la corrupción y el tráfico de sustancias ilícitas”, reportó la firma de asesores Inter American Trends en un informe.
Antonio De La Cruz, presidente ejecutivo de la firma, advirtió que esta es una situación que deja al país petrolero muy mal parado en los ojos del sistema financiero internacional.
“Esto aumenta la toxicidad de las cuentas de Venezuela para los bancos estadounidenses”, dijo De la Cruz desde Washington. “Con este anuncio, es muy difícil que otros bancos decidan asumir el riesgo que Citibank no está dispuesto a aceptar”.
La decisión de Citibank deja al Banco Central de Venezuela con 30 días para conseguir a otro banco que acceda abrir sus cuentas, las cuales son esenciales para que el sistema cambiario oficial, Simadi-Dicom continúe operando.
“Si este problema no se resuelve en 30 días, se pueden afectar estas operaciones, exacerbando nuestro problema grave de escasez de dólares”, manifestó el economista Asdrúbal Oliveros en declaraciones publicadas por BBC Mundo.
El portal oficialista Aporrea.com coincidió. “Esto echaría por tierra muchas de las operaciones financieras de Venezuela, especialmente las referidas a las importaciones. Recordemos el sistema cambiario coloca al BCV como principal responsable de la liquidación de operaciones públicas y privadas en divisas, a través de una cuenta corresponsal, la misma que será cerrada por Citibank”, reportó el portal en un informe.
Los expertos dijeron que el régimen de Maduro podría eventualmente convencer a algún banco europeo que le brinde asistencia, pero este llevaría al país a sostener el grueso de sus operaciones internacionales en euros, lo cual complicaría aún más las ya atribuladas operaciones de comercio internacional.
Entre tanto, el régimen continuaba insistiendo esta semana que la decisión de Citibank constituye el más reciente ataque de los oligarcas del país, el gobierno de Estados Unidos y del exilio venezolano en Miami en sus esfuerzos por desestabilizar al país.
En su anuncio inicial, Maduro dijo que la decisión de cerrar la cuenta del Banco Central obedecía a una decisión de “bloquear” financieramente al Venezuela y que formaba parte de la “obsesión de la nueva inquisición obamista, de la nueva inquisición imperialista”. El Nuevo Herald