La agencia de medición de riesgo Standard & Poors (S&P) ha revisado la perspectiva de Andorra de negativa a estable, a la vez que ha mantenido su rating a largo plazo en BBB-, tras la «exitosa» resolución de la crisis de la Banca Privada de Andorra (BPA).
S&P considera que el proceso llevado a cabo por las autoridades andorranas con relación BPA ha tenido éxito y ha limitado los efectos adversos sobre el crecimiento de Andorra y las expectativas de sus finanzas.
La Banca Privada de Andorra fue intervenida el año pasado por blanqueo de capitales y, en marzo de 2015, fue acusada por Estados Unidos de canalizar fondos del crimen organizado.
BPA fue intervenida, se sustituyó su consejo de administración y se limitó temporalmente la retirada de efectivo de los bancos. En paralelo, se aprobó una ley de resolución de entidades bancarias y se inició el proceso para separar los activos sanos de los tóxicos de BPA.
Los activos sanos de BPA se acabaron traspasando a una nueva entidad, Vall Banc, que fue adjudicada en subasta el pasado mes de abril, un año y un mes después del estallido de la crisis, al fondo de inversión estadounidense J.C.Flowers. Finanzas.com
