Los analistas han recortado sus perspectivas para los precios del crudo por primera vez en cuatro meses, preocupados por una continua sobreoferta que este año ya ha hundió la recuperación del mercado.
Una encuesta de 13 bancos de inversión hecha por The Wall Street Journal predice que el crudo Brent, el contrato de referencia global, estará en un promedio de US$56 por barril el próximo año, una rebaja de más de un dólar respecto de la encuesta de junio. Los bancos esperan que el West Texas Intermediate, la referencia en EE.UU., promedie los US$55 por barril el próximo año, casi un dólar menos que en el sondeo anterior.
Los precios del petróleo se casi duplicaron a principios de este año en medio de expectativas de que la caída de la producción en EE.UU. ayudara a aliviar el exceso de oferta que ha plagado a la industria en los últimos dos años. Pero esa recuperación se agotó en las últimas semanas conforme grandes productores aumentaron su producción y los inventarios de gasolina siguen creciendo.
“Todavía hay una gran cantidad de petróleo, y el sentimiento es bastante pesimista”, dijo Michael Wittner, jefe de análisis de petróleo de Société Générale SA . “Por el momento, el camino de menor resistencia para el precio del petróleo sigue siendo a la baja”.
El petróleo estadounidense entró en un mercado bajista a principios de esta semana, para caer por debajo de US$40 el barril por primera vez desde abril. En la tarde del jueves, el crudo para entrega en septiembre subía US$1,03, o 2,5%, a US$41,87 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York. El Brent ganaba US$1,13, o 2,62%, para situarse en US$44,23 el barril.
Los bancos que respondieron a la encuesta prevén que los precios se mantengan por debajo de US$50 el barril hasta finales de este año, para aumentar a US$60 hacia fines del próximo año. A mediados del año pasado, muchos de los mismos bancos predecían los precios del curdo se elevarían a más de US$70 este año.
A finales de julio, los fondos de cobertura y otros inversionistas especulativos habían recortado sus apuestas alcistas sobre el Brent a su menor nivel en más de cinco meses, según los datos de Intercontinental Exchange Inc. al lunes. La semana pasada, los inversionistas especulativos en crudo estadounidense sumaron casi 15 veces más apuestas a que el precio del crudo caerá que el número de apuestas que prevén que subirá, según datos de la Comisión de Futuros de Commodities (CFTC, por sus siglas en inglés).
Uno de los principales culpables de la caída en los precios es un creciente exceso de gasolina a nivel mundial. Las refinerías han aprovechado la caída del crudo para embarcarse en una ola de compras en los últimos dos años. El consumo, sin embargo, no ha sido capaz de seguirle el paso a la nueva producción, lo que llevado a un nivel casi récord de 500 millones de barriles de gasolina almacenados en todo el mundo, de acuerdo con Citigroup Inc.
Pocos productores, por su parte, muestran signos de recortar su ritmo de bombeo. La producción rusa está operando casi al nivel del máximo alcanzado después de la era postsoviética, el cual se registró a comienzos de este año. La producción de Canadá y Nigeria, donde una serie de interrupciones hundieron la producción a menos de tres millones de barriles diarios en el segundo trimestre, está ahora volviendo a sus niveles normales.
Mientras la producción de crudo de EE.UU. sigue disminuyendo —la última semana cayó a 8,5 millones de barriles por día desde 9,5 millones en el mismo período del año pasado, según los datos oficiales—, algunos productores han incrementado las perforaciones en las últimas semanas.
El viernes, Baker Hughes Inc. informó que el número de plataformas de perforación operando en EE.UU. ha aumentado en tres, a 374, la quinta semana consecutiva de incrementos. Eso podría ralentizar el declive de la producción e incluso hacer que la producción retome su crecimiento, según los analistas.
“El cronograma para el reequilibrio del mercado ha caído en las últimas semanas, a través de una combinación de crecimiento más débil de la demanda, una recuperación más rápida en el suministro de Nigeria y una producción mayor a la esperada en Arabia Saudita, Rusia y otros”, dijeron analistas de J.P. Morgan en una informe reciente.
Las preocupaciones sobre la economía global también han nublado las perspectivas de crudo. Los analistas dicen que el sorpresivo voto de Gran Bretaña en junio a favor de abandonar la Unión Europea podría tener efectos en cadena sobre la demanda de petróleo en Europa dado que posiblemente impactará en la economía de la región.
Aun así, unos pocos analistas esperan que los precios por barril vuelvan a caer por debajo de los US$30 a que llegaron en el primer trimestre del año, cuando la sobreoferta mundial estuvo en su nivel más alto.
“El mercado global volverá a su equilibrio entre la segunda mitad de este año y principios del próximo”, dijo Wittner de Société Générale, que espera que los precios del crudo a toquen fondo en los niveles altos de los US$ 30. “No vamos a bajar por siempre”.