La Oficina Antidroga de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés ) anunció hoy su decisión de mantener la marihuana en la lista de las drogas más peligrosas, donde se encuentra junto con la heroína y la cocaína, aunque flexibilizó la normativa referente a su investigación y cultivo con fines científicos.
“El Departamento de Salud ha determinado que la marihuana cuenta con un elevado potencial para el abuso (…) por lo que la DEA ha determinado que debe mantenerse en la Categoría 1 de sustancias bajo la ley de Sustancias Controladas”, indicó Chuck Rosenberg, director de la DEA, en una carta en la que rechaza la solicitud de sacar la marihuana de esta lista prioritaria.
Asimismo, indicó que “no existe evidencia de que haya consenso entre los expertos cualificados de que la marihuana es segura y efectiva para el uso a la hora de tratar una enfermedad específica y reconocida”.
Concluye, por ello, que “los riesgos conocidos del consumo de marihuana no se han demostrado que sean compensados por los beneficios específicos en ensayos clínicos controlados que evalúan científicamente la seguridad y eficacia”.
Los movimientos a favor de la legalización del uso recreativo y medicinal habían mostrado esperanzas debido al cambio de mentalidad en EEUU, con la reciente ola de aprobaciones en diversos estados del país.
En los últimos años, los votantes de varios estados han aprobado el consumo con carácter recreativo de la marihuana (Colorado, Washington, Oregón y Alaska) y una veintena más y el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital Washington, permiten el uso medicinal.
En las próximas elecciones de noviembre, además, los electores de cinco estados más (Arizona, California, Massachusetts, Maine y Nevada) decidirán si aprueban el consumo recreativo.
El Gobierno federal ha adoptado una política de no perseguir el consumo en estos estados, aunque formalmente lo sigue considerando contrario a las leyes federales.
La DEA sí que permitirá, a partir de ahora, que más universidades puedan cultivar marihuana con fines científicos, ya que hasta ahora solo contaba con licencia para ello la Universidad de Misisipi.
Desde los sectores a favor del levantamiento de restricciones se criticó la medida de la agencia federal.
“Esta decisión no va lo suficientemente lejos y es una muestra más de que la DEA no entiende. Mantener a la marihuana en la Categoría 1 es la continuación de un enfoque caduco y fracasado, dejando a pacientes y a empresarios atrapados entre las leyes federales y estatales”, apuntó el congresista por Oregón, Earl Blumenauer. EFE