«Ninguna firma -no importa cómo sea de rentable- está por encima de la ley y el paso del tiempo no es un escudo para la rendición de cuentas», decía el ex fiscal general de EEUU, Eric Holder, en noviembre de 2013. Esta declaración se producía durante el anuncio del acuerdo alcanzado con JP Morgan Chase por el que la entidad aceptaba pagar 13.000 millones de dólares para resolver las reclamaciones por sus malas prácticas hipotecarias. Foto Reuters.
DEsvela la información de El Mundo de España que cuando en 2009, el presidente Barack Obama pusiera en marcha la «fuerza especial» contra el fraude financiero, las principales entidades del país -y también las extranjeras- han estado en el punto de mira. Hasta la fecha, la multa de 25.000 millones de dólares que aceptaron Jp Morgan Chase, Citigroup, Bank of America y Ally Financial para evitar juicios relacionados con embargos hipotecarios abusivos sigue siendo la más elevada.
La segunda entidad estadounidense por activos, Bank of America, es una de las que más pactos ha sellado con las autoridades del país para poner punto y final a litigios vinculados a las hipotecas basura. En agosto de 2014 acordó desembolsar 16.650 millones de dólares por «fraude financiero antes y durante la crisis». La actividad de la entidad tuvo un gran impacto en la economía nacional y mundial.
Un mes antes, pactó con el Departamento de Justicia Citigroup que se comprometió a pagar 7.000 millones de dólares por la venta de hipotecas subprime; 2.500 millones tenían que ser destinados a refinanciar los préstamos de quienes estaban en dificultades para afrontar la deuda.
Otra de las más cuantiosas multas-récord en el ámbito internacional- se alcanzó en junio de 2014 cuando la francesa BNP Paribas aceptó pagar 8.900 millones de dólares por hacer negocios con países sobre los que pesaba sanciones como Cuba, Irán o Sudán.
En mayo de 2015, también aceptaron conjuntamente la sanción de 5.775 millones de dólares Citigroup, JP Morgan Chase, Barclays, Royal Bank of Scotland y UBS por manipular el tipo de interés interbancario. Los sanciones multimillonarias han salpicado a las principales entidades de EEUU. La propuesta para Deustche Bank de ser aceptada en esos términos sería la sanción más elevada para un banco extranjero.