El Ministerio Público acusó a Harry Augusto Romero Morales y su esposa Ginette del Valle Figueroa, quienes fueron extraditados al país desde Colombia en agosto pasado, por legitimación de capitales relacionados con presuntos pagos para concretar el tráfico de 1.382 kilos de cocaína incautados en 2013 en París en el caso del vuelo de Air France procedente de Venezuela.
Por este mismo caso fueron condenados a 22 años y 6 meses de prisión los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Gabriel Avendaño Puerta; el operador de la máquina de rayos X, Jhoan Olave Soler y el anotador de la GNB, Randymar Chirinos Álvarez. Asimismo, fueron condenados a la misma pena Gabriel Reverón Rodríguez (operador de seguridad de la máquina de rayos X); Luis Guillermo Mayora (caporal de la empresa Servirampa); Argenis Escobar Machado (fiscal de seguridad aeroportuaria); Jimmy Jaimes Pernía (fiscal de seguridad aeroportuario); Mirian Burguillos (supervisora de seguridad de la empresa OWS que presta servicio a Air France en Venezuela); el trabajador aeroportuario Jesús Alvarado y María Gabriela Salcedo (supervisora de seguridad de la empresa OWS), entre otras 16 personas más cuyos procesos aún no han concluído.
Harry Augusto Romero Morales, es mecánico de aviación civil y era propietario de un local de santería en Catia La Mar cuyas cuentas y las de otra empresa de papel (Promociones Roma) habrían sido usadas para pagar 2,3 millones de bolívares en cheques de gerencia a otra de las acusadas, esposa de un fiscal aeroportuario.
Más allá de eso, los investigadores no han encontrado otras evidencias sobre el flujo de dinero ilegal vinculado a este caso que, como dijera el ministro del interior galo Manuel Valls, al momento del decomiso del cargamento en suelo francés “representa la mayor cantidad de cocaína decomisada en Francia en el marco de una investigación judicial”.
El caso, que fue investigado y denunciado por las autoridades francesas, aun no tiene autores intelectuales ni financistas conocidos. Todos los detenidos e inculpados forman parte de la red operativa pero se desconoce el nombre de los verdaderos responsables de uno de los casos más grandes de narcotráfico a nivel mundial.
Este caso es ampliamente analizado en el libro El Gran Saqueo, de Carlos Tablante y Marcos Tarre, del cual extraemos los siguientes párrafos:
«El oficial detenido de mayor rango fue el teniente coronel de la Guardia Nacional Bolivariana Ernesto Mora Carvajal, director de seguridad del Instituto Autónomo Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.
En Francia se anunció la detención de 6 personas –3 italianos y 3 ingleses– y el decomiso de 10.500 euros, 5.530 libras y un camión de carga. El director de la Ocrtis, François Thierry, no ocultó su sorpresa ante la magnitud y complejidad del trabajo de los narcos, ante las dimensiones de la complicidad necesaria y el poder de la organización criminal.
También estimó que en el envío se habría invertido aproximadamente 10% del valor de la mercancía. Es decir, de 250 millones de euros. Los traficantes disponían de alrededor de 30 millones de dólares para trasladar la droga desde Colombia a Venezuela, reclutar a los cómplices en el aeropuerto, sobornar a quien hiciera falta y embarcarla en el Airbus».
…»Los detenidos en Venezuela son apenas peones, figuras secundarias. El director de seguridad del aeropuerto no tenía el músculo suficiente para financiar la operación. Se dijo en su momento que la mafia calabresa estaría detrás del caso. Las autoridades vene- zolanas sugirieron que la droga era del Cartel de Sinaloa. Pero, sean italianos o mexicanos, estos criminales internacionales necesitaban una red de contactos en Venezuela y un entorno ideal de corrupción e impunidad para dar el golpe. Y lo consiguieron.»
Con información del Ministerio Público y El Gran Saqueo