CCD | Ausencia de licitaciones públicas, uso innecesario de intermediarios en compras de estado a estado, retrasos injustificados, acuerdos militares secretos, y en general un total hermetismo son algunas de las características de la adquisición de equipos militares en la gestión de Maduro.
Un caso curioso es el del constructor naval holandés Damen, a quien se han encargado decenas de embarcaciones guardacostas y de apoyo logístico. En esas negociaciones, revela el informe, Cuba ha sido incluida como intermediaria de forma inexplicable.
Así lo señala el informe “Venezuela: adquisiciones de sistema de armas y material militar 2013-2016”, elaborado por la asociación civil Control Ciudadano, que además destaca que China ha desplazado a Rusia como principal proveedor de Venezuela en esta área.
El documento, publicado este miércoles 4 de enero, señala que el gobierno de Moscú, luego de ser el principal aliado en el proceso de reequipamiento militar iniciado en Venezuela en 2005 por Hugo Chávez, fue relegado a un segundo plano por Pekín, que ha demostrado puntualidad en los plazos de instalación y ofrece mejores facilidades de crédito que los rusos.
El estudio también critica que Rusia, para el primer trimestre de 2016, no había terminado aún con las entregas del armamento comprado por Venezuela en 2009. Esto de acuerdo con una revelación que un alto funcionario estatal de la industria militar rusa hizo a la organización.
Subraya el informe que los rusos han incumplido “con los plazos para la instalación en el país de plantas para la producción de fusiles y municiones y de centros de entrenamiento y mantenimiento aeronáutico, que le fueron contratados en 2006”. En los casos de las fábricas de fusiles Kalashnikov y municiones, “las causas de la excesiva demora en su culminación son atribuibles a la corrupción en las altas esferas rusas”, detalla Control Ciudadano.
A pesar del retraso, el suministro de material militar ruso continuará en 2017, según lo anunció recientemente Maduro, quien ha continuado con la compra de armas que empezó Chávez, aunque no con la misma intensidad, comportamiento que pudiera explicarse por la crisis que vive la nación.
En el resumen del informe se destaca que la actual situación económica ha hecho que Venezuela reduzca sus adquisiciones militares en 90 % durante 2015-2016. Entre 2014 y 2015, justo en el período anterior, se registró la mayor adquisición de equipos y sistemas antimotín destinado a la Guardia Nacional Bolivariana. La época coincide con las protestas antigobierno que se registraron después del 12 de febrero de 2014.
Además, se resalta que “el hermetismo en torno al cumplimiento de contratos militares en Venezuela se ha acrecentado”.
“La falta de transparencia en las negociaciones del sector Defensa ha imposibilitado precisar la cantidad, modelo y costo de los sistemas de armas y equipos militares adquiridos por Venezuela entre los años 2013-2016. Se suma a esto, la existencia de acuerdos militares secretos suscritos con varios países, en particular con Rusia y Bielorrusia que la Asamblea Nacional en su momento (periodo 2011-2015) autorizó realizar”, dice el escrito.
La asociación civil criticó “la opacidad y la ausencia de control parlamentario en las adquisiciones de sistemas de armas en Venezuela”, un comportamiento que ya se ha apreciado de parte de Contraloría General de la República y de la Contraloría General de la Fuerza Armada Nacional, que no verifican los procesos, ni reclaman la ausencia de licitaciones para la escogencia o selección de los sistemas más idóneos para el país.
Estados Unidos, Países Bajos, Austria y Alemania también han proveído de armas a Caracas en los últimos tres años, reza el documento.
“La aspiración para Venezuela de establecer una industria bélica local en el contexto del Fortalecimiento del Poder Militar, conceptualizada en 2004 por Hugo Chávez en una de sus tres líneas estratégicas relativas a la defensa nacional, ha fracasado. Además en la actualidad, la Fuerza Armada Nacional, está abocada a participar en áreas económicas que, en su mayoría, no están relacionadas directamente con la industria militar”, apunta el informe.
Fuente: Control Ciudadano