CCD | Se trazan líneas de batalla en lo que promete ser la bancarrota gubernamental más compleja de la historia. Y en las sombras acecha un secreto millonario mexicano que podría emerger como una figura fundamental en la próxima pelea.
Por Robin Wigglesworth en Financial Times | Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Los países angustiados generalmente nunca carecen de asesoramiento, con banqueros y abogados desesperados por los trabajos prestigiosos, a menudo bien remunerados, de trabajar en bancarrotas gubernamentales. Pero Venezuela es un caso habitual y complicado.
El presidente Nicolás Maduro admitió a principios de este mes que el país necesitaba reestructurar sus deudas externas, y luego de una reunión inicial poco auspiciosa con los acreedores, el gobierno comenzó a contratar asesores para que lo guíen a través de lo que promete ser una situación complicada.
Gente en la industria financiera dice que una persona está emergiendo como un jugador potencialmente crucial en la desordenada situación: un misterioso multimillonario mexicano, amante del arte, llamado David Martínez. Martínez maneja un fondo de cobertura llamado Fintech Advisory, y ha estado involucrado en casi todas las reestructuraciones de deuda soberana en el último cuarto de siglo, de acuerdo con un artículo aparecido en Expansión en 2013.
Personas familiarizadas con las actividades del señor Martínez dicen que el mexicano, que una vez presuntamente contempló ser sacerdote antes de incursionar en las altas finanzas, a menudo trabaja estrecha pero subrepticiamente con los gobiernos de los países afectados. Ahora dicen que se está involucrando en Venezuela, aunque en un papel poco claro.
“Está tratando de entrenar a unos muchachos en el negocios, mientras defiende sus propios intereses”, dice una persona familiarizada con el multimillonario.
El Sr. Martínez tenía estrechos vínculos con Néstor y Cristina Kirchner, los ex presidentes de Argentina durante la reestructuración de la deuda del país en 2005.
“Le gusta actuar como un asesor informal en estas situaciones”, dice otra persona familiarizada con las tácticas de Martínez. El Sr. Martínez no respondió a las solicitudes de comentarios.
Otro operador importante es Arnold & Porter, un distinguido bufete de abogados estadounidense, que asesora al gobierno. Mientras tanto, PDVSA, la petrolera estatal venezolana, está trabajando con Hogan Lovells, una firma angloamericana. Ambos tienen relaciones a largo plazo con sus clientes. Venezuela también designó a David Syed de Dentons, otra gran firma de abogados. A primera vista, parece un equipo capaz y experimentado. Pero la realidad es más compleja.
Venezuela, PDVSA y muchos funcionarios en el país, incluido el vicepresidente Tareck El Aissami, quien lidera las conversaciones sobre la deuda, han sido sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Eso impide que los estadounidenses trabajen con ellos, lo que provocó que algunas firmas de abogados y bancos se nieguen a trabajar con el régimen.
Fuente: La Patilla