CCD El exministro de Finanzas y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), Felipe Pérez Martí, desde hace cerca de cinco meses anuncia que al gobierno del presidente Nicolás Maduro le queda poco. Pero en julio terminaron las protestas de calle con más de 120 asesinados, el oficialismo realizó la elección de la Asamblea Nacional Constituyente sin inconvenientes y los candidatos del madurismo ganaron 18 de las 23 gobernaciones del país. Hoy Maduro luce consolidado. Sectores de la misma oposición lo ven imbatible. Pero para el catedrático, el Ejecutivo está débil, y tras bastidores afirma: “Hay una lucha entre mafias”.
Esa lucha entre mafias, de acuerdo con Pérez Martí, tiene su más reciente expresión en el artículo publicado en Aporrea el domingo 19 por el exministro, expresidente de Pdvsa y actual embajador de Venezuela en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rafael Ramírez, con el título de La Tormenta.
Según el profesor del Iesa, uno de los aspectos más importantes del artículo de Ramírez es que echa por tierra la hipótesis de la guerra económica como responsable de la situación que vive el país. “Culpa a Maduro. Es un golpe definitivo”, según su opinión.
En el texto publicado en Aporrea, el expresidente de Pdvsa recuerda los meses en los cuales fue vicepresidente del Área Económica del gabinete de Maduro (desde octubre de 2013 hasta septiembre de 2014), tiempo en el cual intentó impulsar una política económica que evitara la profundización de la crisis, que ya en diciembre de 2012, afirma Ramírez, le había anunciado al entonces mandatario Hugo Chávez, quien tres meses después falleció a causa del cáncer.
Pérez Martí dirigió el equipo de expertos que asesoró entonces al vicepresidente del Área Económica. “Era un cambio de política económica radical. Proponía abandonar el control de cambio y establecer un sistema de banda de flotación del dólar; frenar el gasto público, las ayudas a Cuba, los subsidios indirectos y aumentar los directos, eliminar el subsidio a la gasolina y parar la inflación, para generar confianza en los mercados nacionales e internacionales. Era un sistema de mercado con un Estado regulador, con justicia social y Pdvsa como accionante social, aspecto con el que no estaba de acuerdo”, cuenta el catedrático.
Leer más en El Pitazo
