CCD Un reportaje publicado este domingo 25 de febrero 2018 por The Washington Post señala que la industria petrolera venezolana lleva meses en caída libre y que las posibles sanciones de Donald Trump podrían acelerar el descalabro. Se estima que se requiere una inversión de 100 mil millones de dólares para recuperar sus niveles de producción
El diario cita a la corrupción, la falta de inversión en mantenimiento y el éxodo del personal calificado como las principales causas de que, en voz de sus trabajadores «Pdvsa está muerta».
«De acuerdo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la extracción de petróleo en Venezuela tocó su nivel más bajo en 30 años, al producir 1,6 millones de barriles diarios, una caída de 20 % en comparación con enero de 2017 y menos de la mitad de la registrada en los años 90», indica el Post.
Adicionalmente, la purga de ejecutivos «no leales a Nicolás Maduro» dejó a Pdvsa en manos de Manuel Quevedo, un militar sin experiencia previa en la industria.
El texto indica que un funcionario estadounidense, bajo la condición de anonimato, reveló que le gobierno de Trump ya prepara los estudios del impacto que las sanciones podrían tener. Estas se refieren a restringir la importación de petróleo venezolano y la exportación de los diluyentes necesarios para hacer el crudo súper-pesado venezolano comercializable.
Debido a que el 40 % del petróleo venezolano se va a Rusia y a China para pagar deudas o se regala a Cuba, Estados Unidos es el principal comprador de crudo del país y su retiro podría causar que el país entre en default a larga escala. El Post subraya que Pdvsa «está de rodillas» y que necesita una inversión de 100 mil millones de dólares para recuperar sus niveles de producción.
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