CCD | Hace una semana, uno de los principales diarios de Brasil, O Estado de S. Paulo, informó acerca del supuesto esquema de lavado de dinero de Gazprombank y Derwick Oil & Gas, develado en la investigación posterior al escándalo de los Papeles de Panamá, realizada por las autoridades financieras de Suiza.
Con el título Rusia monta con chavistas esquema para lavar dinero en paraísos fiscales, el diario brasileño sostiene que Rusia y Venezuela crearon joint ventures para explotar petróleo en el país latinoamericano en 2012, y que documentos revelan que una empresa sospechosa, investigada en Estados Unidos y en Suiza, fue intermediaria. Se refieren a Derwick Oil & Gas, registrada en Barbados.
Las economías de Venezuela y Rusia se basan en la explotación de gas y petróleo. En el esquema montado entre ambas, por lo tanto, las empresas que hacen circular el dinero son el brazo financiero de la petrolera estatal rusa Gazprom, el Gazprombank, y la venezolana PDVSA con la intermediación-no declarada- de Derwick Oil&Gas
La investigación apunta a que Pdvsa y el banco estatal ruso Gazprombank crearon una red de intermediarios domiciliados en paraísos fiscales para registrar empresas de maletín y hacer transferencias millonarias que son consideradas sospechosas. Los documentos que detallan estas transacciones están hoy en manos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, mientras que investigadores en Europa también buscan respuestas sobre indicios considerados atípicos, sostiene la nota.
Varios de los documentos en manos de las autoridades revelan cómo Derwick concedió «préstamos» a Gazprombank, uno de ellos por 35 millones de dólares, destinados a una cuenta en la filial del banco ruso en Zurich.
Lo que los investigadores intentan descubrir es el motivo por el cual una empresa habría hecho un contrato para prestar a un banco un volumen importante de recursos. Se sospecha que es indicio de un mecanismo usado para lavar dinero-ya que lo normal sería que los bancos presten a las empresas y no viceversa- o un canal para transferir recursos de forma ilícita. Las autoridades de EEUU y Suiza tratan de determinar quién se benefició del dinero, si toda la transacción iba de hecho sólo para la producción de petróleo y cuál era el objetivo de montar el esquema involucrando diversos paraísos fiscales. Además de Barbados, Suiza y Holanda, también se identificaron transacciones desde Panamá.
Para operar en América Latina, crearon Gazprombank Latin America Ventures entre cuyos directivos figuran Orlando Alvarado y Francisco Convit, integrantes del grupo empresarial Derwick que dirige Alejandro Betancourt (en la gráfica), conocidos en Venezuela como «los boli-chicos». Los rusos registraron la joint venture con Derwick en Ámsterdam. Según documentos de la Cámara de Comercio de Holanda, Alvarado y Convit forman parte de la dirección de la nueva empresa.
Tanto en Estados Unidos como en Suiza, Gazprombank es objeto de sanciones. En Berna, el banco ruso fue condenado, en febrero, por la Agencia Reguladora del Sistema Financiero (Finma) por «serias fallas en procesos antilavado de dinero». La entidad estimó que el banco ruso no estaría actuando de forma adecuada para evitar acciones criminales y pasó a prohibir a la filial del banco en Zúrich abrir nuevas cuentas.
La iniciativa de sancionar al Gazprombank fue tomada después de que los suizos investigaron a 30 bancos relacionados con las revelaciones de Panamá Papers. Sólo los rusos fueron castigados. Entre las violaciones por parte del banco, estaban fallas en la autenticación de documentos presentados por clientes para justificar el origen de recursos. El banco tampoco informó a las autoridades suizas casos sospechosos de corrupción involucrando sus cuentas, según la nota de O Estado.
El Departamento del Tesoro estadounidense incluyó la joint venture Gazprombank Latin America en su lista de sanciones.
El periodista de investigación Alek Boyd, por su parte, sostiene haber visto documentos que muestran transacciones por cerca de $ 200 millones, solo en los primeros nueve meses de 2013, de cuentas pertenecientes a Francisco Convit y Alejandro Betancourt (directores de Derwick Oil & Gas) en el banco suizo Compagnie Bancaire Helvetique (CBH) – de largo historial en tramas irregulares en Venezuela– que luego se habrían transferido a Gazprombank. Según Boyd, los ejecutivos de Derwick estarían demandando a las autoridades suizas para evitar el intercambio de información con el Departamento de Justicia de los EE. UU., en relación con unas 42 transferencias a bancos suizos por un valor de aproximadamente $ 145 millones realizadas en 2010.
Derwick Associates: Bajo la lupa desde 2011
Tanto la investigación de O Estado como la de Boyd recuerdan el oscuro pasado del grupo de empresarios venezolanos que ha sido noticia desde que otro periodista de investigación, César Batiz, los colocara bajo la lupa de la opinión pública en 2011 con una serie de reportajes en el diario Ultimas Noticias acerca de los negociados y fraudes realizados durante la emergencia eléctrica decretada por Chávez en 2010.
Como se explica en el capítulo Red de corrupción eléctrica del libro El Gran Saqueo de Carlos Tablante y Marcos Tarre (2015), Derwick Associates, pequeña empresa sin trayectoria en el sector, recibió 12 contratos sin licitación pública durante la emergencia eléctrica decretada por Hugo Chávez entre 2009 y 2010. Los mismos le fueron otorgados por Pdvsa, Corpoelec y la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). Se le acusa de cobrar sobreprecios millonarios por turbinas de segunda y tercera mano, la mayoría de las cuales no están en funcionamiento. Derwick Associates, sin ninguna experiencia en el tema, nunca participó en licitaciones de Pdvsa. Fue escogida a dedo para beneficiarse de los contratos de la emergencia eléctrica. El dedo que los apuntó fue el de Rafael Ramírez Carreño, como han develado altos ejecutivos de la petrolera.
En su defensa, Derwick ha negado todas las acusaciones pero sin dar respuestas concretas a las preguntas de expertos del sector eléctrico y periodistas especializados en la fuente energética. A través de sus abogados en EEUU, la empresa sostiene que los contratos con el gobierno de Venezuela contienen cláusulas de confidencialidad que se lo impiden. Curiosamente, los abogados que defienden a Derwick pertenecen al bufete estadounidense Lewis, Baach, Kaufmann and Middlemiss, representante de Banca Privada de Andorra en una demanda contra FinCen y ahora también de la ex tesorera de la nación Claudia Díaz Guillén y a su esposo el capitán Adrián Velásquez Figueroa, pendientes de ser extraditados– o no – a Venezuela luego de su reciente detención en Madrid.
Según fuentes internas, el ex presidente de Pdvsa Eulogio Del Pino ordenó a todas las filiales de PDVSA en julio pasado » barrer» a Derwick de cualquier nuevo negocio con la petrolera, es decir, que siete años después de las primeras denuncias, el grupo de Alejandro Betancourt todavía contrataba con el régimen. Cuatro meses después de esta decisión, Del Pino fue arrestado bajo acusaciones de corrupción, conjuntamente con Nelson Martínez, también ex presidente de la petrolera.
Como publicamos en este sitio, producto de conflictos e intrigas en el alto nivel del régimen, el pasado diciembre, una comisión de la Dirección de Contrainteligencia Militar, por orden de Tareck William Saab, mantuvo retenido en el aeropuerto de Maiquetía a Alejandro Betancourt López cuando se disponía a salir del país. El presidente del TSJ, Maikel Moreno conjuntamente con el empresario Raúl Gorrín (Globovisión, Seguros La Vitalicia), intercedieron a favor de Betancourt aduciendo que no existía una orden judicial y que por lo tanto, la detención debía quedar sin efecto. La acción del organismo militar fue acompañada por el allanamiento a las oficinas de Betancourt, quien finalmente logró abandonar Venezuela rumbo a España donde mantiene grandes inversiones inmobiliarias, como el castillo El Alamín ubicado en Toledo, que costó casi 30 millones de euros.
En nuestra nota del 1 de abril titulada Varios ex tesoreros y operadores financieros del chavismo negocian con fiscales federales de EEUU explicamos el modus operandi de un entramado de corrupción establecido en Pdvsa durante la administración de Rafael Ramírez. Se trata de un mecanismo de administración de divisas paralelo al oficial que estableció tasas de cambio ilegales y arbitrarias para convertir directamente los dólares de la venta de petróleo en bolívares. El supuesto objetivo era cubrir los gastos de la empresa en el territorio nacional.
A través de esta especie de Cadivi paralelo, violando varias leyes y reglamentos, Rafael Ramírez y los integrantes de la directiva, en especial el responsable de las finanzas, Víctor Aular Blanco, en complicidad con el grupo de jóvenes empresarios denominados los bolichicos, integrantes del grupo empresarial Derwick, y la asesoría del operador financiero Luis Alfonso Oberto, ejecutaron oscuros contratos confidenciales con compañías- de nuevo escogidas a dedo- sin pasar por subastas públicas, que generaron grotescas fortunas para sus operadores, en base al diferencial cambiario existente entre la tasa oficial del momento, la del denominado mercado negro y la establecida ilegalmente por la directiva de Pdvsa .
Redacción CCD con información de O Estado de S. Paulo e Infodio.