CCD Al empresario Alex Saab Morán, lo conocen también como el bolichico colombiano por sus nexos públicos con el gobierno no sólo de Hugo Chávez, sino también con el actual presidente venezolano Nicolás Maduro y su familia.
Su relación con el Jefe de Estado, es estrecha, tanto así que pudo vincularse de la misma forma con Erick Malpica Flores, sobrino de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores. Para aquel momento Malpica ocupaba tesorero de la nación y tesorero de PDVSA y algunos aseguran que cuando Maduro era canciller de la República, Saab tenia una oficina en la sede de la cancillería venezolana.
De los primeros nexos que comenzaron a conocerse entre el colombiano y el sobrino de la pareja presidencial, fue el Convenio Binacional para la construcción de casas de la Gran Misión Vivienda Venezuela , en el que también estarían involucrados Álvaro Pulido Vargas, el presidente Nicolás Maduro y su esposa, Celia Flores.
Tal convenio se ejecutó a través del Fondo Global de Construcción propiedad de Saab y que fue registrada en 2012 en Caracas- según Poderopedia-, es decir, por medio de esta vía el gobierno venezolano se proveía de los materiales para la construcción de viviendas.
Más adelante, Estados Unidos comenzaría a investigar la presunta simulación de dichas importaciones desde Ecuador, donde había una filial del Fondo Global de Construcción, esto con el fin de obtener dólares preferenciales en Venezuela por medio de empresas ficticias constituidas en Venezuela y en Colombia.
Entre los accionistas de la sede en la capital venezolana estaban Gioia Pifan Antonini y Maritza Antonini Buruzal, sin embargo en noviembre de 2012 cedió sus acciones a la española FGDC LATAM 2012, firma registrada en Malta en octubre antes con el nombre de FGDC Malta Holdings Limited.
En poco tiempo, el Fondo Global ya tenía tres sedes en Latinoamérica y comenzaba a contra con respaldos como el de ELM Import y Thermo Group, que según información del portal Armando.info, estas dos empresas habrían firmaron varios contratos por la suma de 654 millones de dólares con el Ministerio de Vivienda venezolano para construir 8.400 casas de la Gran Misión Vivienda, complejos que nunca fueron culminados.
Pero no todo marchaba bien. En 2013, la Fiscalía General de Ecuador, empredió una serie de averiguaciones por los supuestos de lavado de activos provenientes del sistema de pago Sucre, suma que ascendió a 159 millones de dólares sustraídos de Venezuela, dinero que estaba destinado a la compra de materiales de construcción para la Gran Misión Vivienda Venezuela provenientes del Fondo Global.
Puede leer también el siguiente artículo Empresarios vinculados con Petro en la mira de EEUU: el ajedrez de Maduro para jugar en las elecciones en Colombia
De ese monto sólo registraron facturas por 3,1 millones de dólares, hechas por la sede del Fondo en Ecuador en manos del colombiano Álvaro Pulido y el venezolano Luis Sánchez Yánez.
Para el 2016, la Fiscalía falló a favor de la transnacional, y le devolvieron 56,4 millones de dólares que fueron congelados por esas investigaciones pues no contaban con pruebas suficientes para enjuiciar a los implicados.
Saab ya estaba dentro de los negocios del gobierno de Venezuela y estaba más relacionado con sus altos funcionarios. De acuerdo a información divulgada por la agencia Reuters, desde inicios de 2016 los ejecutivos de Trenaco Colombia iniciaron los encuentros en la sede de PDVSA y en sus oficinas en Caracas, cuando Malpica era el tesorero.
Para ese año, el empresario colombiano, se encontraba al timón de la polémica compañía, una información que Saab negó.
Fue entonces, cuando Pdvsa otorgó un contrato de entre cuatro mil a siete millones de dólares a Trenaco, empresa petrolera colombiana que se dedicaba a la construcción de plataformas, perforación y conexiones de pozos para desarrollos como Petromiranda, Petrojunin, Petrourica, Petrocarabobo y Petroindependencia. Según fuentes extraoficiales también se habría encargado de trabajos operacionales en zonas de la Faja del Orinoco.
Mientras Trenaco registraba pérdidas en Colombia por unos 9.286 millones de pesos y acumulaba pasivos por el orden de los 133.363 millones, en Venezuela obtenía jugosos contratos según datos del portal colombiano W Radio.
“En varias ocasiones proveedores de la compañía en Colombia han solicitado a la Superintendencia de Sociedades que se inicie un proceso de reorganización para tratar de solucionar las deudas, sin embargo, este no se ha llevado a cabo”, dijo la reseña.
El también íntimo amigo del candidato presidencial en Colombia Gustavo Petro y Piedad Córdoba, fue señalado por la fiscal destituida por el Gobierno de Venezuela Luisa Ortega Díaz, de ser socio del Presidente Nicolás Maduro en una empresa de comida para las cajas Clap.
Con información de Venepress