Una investigación de Microsoft, reveló que Vladimir Putin tenía asignado un ejército de hackers para penetrar en dispositivos de empresas norteamericanas. El informe señala que fueron alrededor de 1.400 ataques.
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El grupo de piratas informáticos fue identificado como Fancy Bear, Strontium y APT28, y se comprobó que los miembros tienen vínculos con la Dirección General de Inteligencia de Rusia (GRU).
Los hackers lograron entrar en aparatos desprotegidos contra malwares: cámaras de seguridad, impresoras, teléfonos VOIP, dispositivos activados por voz e incluso impresoras, a través de los que consiguieron acceder a compañías de EEUU.
Microsoft identificó los ataques de sus softwares, y afirmó que con el mismo modus operandi, podrían invadir el resto del sistema informático de las firmas seleccionadas por el gobierno de Rusia.
El grupo de atacantes, Fancy Bear, está activo desde 2007, quienes además, fueron los responsables de haber infiltrado al Comité Nacional Demócrata (2016), durante la campaña electoral de Hillary Clinton, y también participaron en otras elecceiones en Europa. Asimismo, se sospecha que actúan de forma similar en América Latina.
Fallas del sistema de seguridad
Uno de los puntos débiles que permitió el ataque cibernético fue el de las contraseñas, las cuales eran utilizadas con sus passwords de fábrica. La falta de actualización de los softwares de seguridad de los dispositivos también pudo influir en ello.
“Una vez que el actor hubiera establecido con éxito el acceso a la red, un simple escaneo para buscar otros dispositivos inseguros les permitió descubrir y mover a través de ella en busca de cuentas con mayores privilegios que les otorgarían acceso a datos de mayor valor“, explicó Microsoft.
Objetivos de los piratas cibernéticos
Un estudio de más de un año realizado por Microsoft a la banda criminal, arrojó que el 80% de asus acciones iban dirigidas a penetrar en oficinas vinculadas con el gobierno de EEUU, organismos militares, instituciones médicas, educativas y de ingeniería.
Vladimir Putin se considera un promotor de la guerra digital, quien junto a la agencia de inteligencia rusa, consigue atacar diferentes objetivos alrededor del mundo, influir en diferentes escenarios electorales de cualquier país, y además, provocar tendencias en la opinión pública a través de las redes sociales, generando fake news a diario.
