En medio de la crisis venezolana, hay un grupo de empresarios privados que operan un «exótico turismo de lujo» a través de gran parte de infraestructuras hoteleras del país, principalmente en la Isla de Margarita. Así lo reseña Armando Info en uno de sus reportajes.
Los inversionistas no lo piensan dos veces para aliarse con el régimen a pesar de la mala reputación y las sanciones en su contra, cuyos beneficios económicos en divisas hacen más atractiva la oferta. De acuerdo a ArmandoInfo, Cuba también habría aplicado este modelo.
La cadena hotelera Venetur es un ejemplo de ello, los cuales expropió y confiscó el fallecido Hugo Chávez para una «estrategia de diversificación y desarrollo sustentable orientada a la inclusión», y que hoy están siendo operados por empresas privadas.
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La investigación señala que estas alianzas se intensificaron en 2017 cuando la esposa de Diosdado Cabello, Marleny Contreras (ambos sancionados por EEUU), estuvo a cargo del Ministerio de Turismo (Mintur), período durante el que se firmaron acuerdos con distintas empresas, entre las que destaca la compañía Desarrollo Turístico PLC 2017 C.A., actualmente encargada de llevar los hoteles más importantes de la red estatal en Puerto La Cruz y Cumaná.
El socio mayoritario, Vitor Manuel Martins Alfaiate, además de ser dueño de una de las principales cadenas hoteleras del país, también invirtió en un bodegón, tiendas de ropa, sector inmobiliario, agencias de viaje, etc., a partir de créditos que le han aprobado con cierta facilidad.
Desde 2005, el fallecido Hugo Chávez inició la expropiación y confiscación de cadenas hoteleras famosas como el Intercontinental, Meliá, Hilton, entre otras, con el fin de hacer «turismo social». Las instalaciones que en su momento eran de lujo y con una clasificación de 4 ó 5 estrellas, quedaron en la ruina.
En los últimos años, estos hoteles pasaron a manos de empresas privadas, que en su mayoría se constituyeron entre 2016 y 2017 cuando Contreras estaba a cargo del Mintur.
