Las redes sociales, ese espejo del mundo donde ya nadie puede ocultarse, se hicieron eco este domingo de una enorme celebración en torno a la reinauguración del Hotel Humboldt, en Caracas. Así lo reseñó Diario Las Américas.
Los «socialités del chavismo«, esos que viven en una privilegiada y oportunista burbuja que pende sobre la triste realidad venezolana, celebraron por todo lo alto, con stories de Instagram, glamour y espectáculo. Allí estuvieron los elegidos, la clase chavista, los que aplauden a Maduro y se aseguran prebendas. Estuvo, también, Nadia Chambra, hija del empresario venezolano Antonio Chambra, dueño de Traki, una cadena de tiendas. Y los videos no se hicieron esperar.
Como han comentado en las redes sociales, junto a Nadia estaba George Antar, su novio, presidente de la Liga Venezolana de Fútbol y dueño del Deportivo La Guaira.
La pirotecnia, los salones lujosos del hotel, la música, las luces, distaban mucho de la cotidianidad del venezolano de a pie: ese que apenas puede llevarse un alimento (vencido muchas veces) a la boca; ese que sortea mercados negros y miserias para vestirse; ese que no tiene fuerzas ni ganas de reír.
Los comentarios no se hicieron esperar. Muchos dicen que este tipo de fiestas se usan para lavar el dinero del régimen y que reflejan la indiferencia de los seguidores de Maduro, que viven «a todo tren» sin mirar al paisano.
En estas fechas festivas muchos en Venezuela se sentarán a una escuálida mesa en Navidad, le rezarán a su virgen, con fe y tomados de las manos, y rogarán que todo cambie, de una vez.
Mientras esperan un cambio, así disfrutan los opresores.