La unión monetaria de África Occidental acordó con Francia cambiar el nombre de su franco CFA por Eco, y cortar algunos de los vínculos financieros con París que han sustentado la moneda común de la región desde su creación cerca de la Segunda Guerra Mundial. Así lo informó Reuters.
Según el acuerdo, el Eco seguirá vinculado al euro, pero los países africanos del bloque no tendrán que mantener el 50% de sus reservas en el Tesoro francés y ya no habrá un representante francés en el directorio de la unión monetaria.
Los críticos del CFA lo han visto durante mucho tiempo como una reliquia de la época colonial, mientras que los defensores de la moneda dicen que ha proporcionado estabilidad financiera en una región a veces turbulenta.
«Este es un día histórico para África occidental», dijo el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, durante una conferencia de prensa con el presidente francés Emmanuel Macron en la principal ciudad del país, Abidjan.
En 2017, Macron destacó los beneficios estabilizadores del CFA, pero dijo que dependía de los gobiernos africanos determinar el futuro de la moneda.
«Sí, es el final de ciertas reliquias del pasado. Sí, es progreso…No quiero influencia a través de la tutela, no quiero influencia a través de la intrusión. Ese no es el siglo que se está construyendo hoy», dijo Macron.
El CFA se usa en 14 países africanos con una población combinada de aproximadamente 150 millones y 235 mil millones de dólares de producto interno bruto.
Sin embargo, los cambios solo afectarán la forma de la moneda de África Occidental utilizada por Benin, Burkina Faso, Guinea Bissau, Costa de Marfil, Malí, Níger, Senegal y Togo, todas antiguas colonias francesas, excepto Guinea Bissau.
Los seis países que utilizan el CFA de África Central son Camerún, Chad, República Centroafricana, República del Congo, Guinea Ecuatorial y Gabón, todas ex colonias francesas con la excepción de Guinea Ecuatorial.
