El Gobierno colombiano certificó a 251 familias en zona rural del departamento de Vichada, fronterizo con Venezuela, que hicieron parte de un programa para sustituir cultivos ilícitos por cacao.
Hijo de Warren Buffett ayuda a combatir el narcotráfico en Colombia
El proyecto, que hace parte de la Consejería Presidencial para la Estabilización y la Consolidación, le ofrece a estas familias beneficios de capacitación y un plan de cosecha para sacarlas de la criminalidad, así como apoyo con créditos y operación logística.
«Ahora sobrevivimos del cacao»
Esta región fue bautizada en la época más oscura del narcotráfico en Colombia como el triángulo de la coca, pero hoy los propios campesinos tomaron ese nombre para reivindicar su voluntad de formar parte de un programa legal.
Por muchos años, los habitantes del caserío de Wuerima, en el municipio de Cumaribo, vivieron rodeados de cultivos de coca en una zona disputada por los grupos armados.
Grupos armados controlan la frontera de Venezuela y Colombia
En 2008, el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) reportó casi 9.000 hectáreas de coca en el Vichada, pero tras un trabajo de erradicación se redujeron a 550 en diciembre de 2018.
Esa disminución fue posible gracias a procesos como la implementación de un sistema productivo con las comunidades.
La producción de coca sigue en un nivel récord
Sin embargo, un informe de EEUU señala que a pesar de esta campaña, la cosecha de la planta que se usa para producir cocaína aún se encuentra en un nivel récord.
El cultivo de coca alcanzó las 212,000 hectáreas (aproximadamente 524,000 acres) el año pasado, un aumento de casi el 2% de las 208,000 hectáreas del año anterior, según las cifras. Mientras tanto, la producción potencial de cocaína pura aumentó a 951 toneladas métricas, un aumento del 8%. Así lo informó AP.
Los hallazgos se producen cuando Colombia enfrenta una presión creciente por parte de la administración de Trump para reducir drásticamente la producción de coca. El presidente Iván Duque ha hecho que anular el tráfico de drogas sea una de las principales campañas de su administración, pero los nuevos datos sugieren que sus esfuerzos solo estabilizan el problema, no lo disminuyen.
