Ya podemos hablar con propiedad del crac del 2020, comparable al de 1929, similar al de 1987 y probablemente peor que el del 2009. Sólo en las tres últimas semanas las bolsas han perdido más que entonces. En términos de producción, España ya ha entrado en recesión en el primer trimestre y es prácticamente seguro que se agudice en el segundo, ya que una buena parte del país no solo está confinado, sino que también está parado. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estima que este año se perderá un trimestre de PIB, eso significa que los españoles saldrán de esta pandemia siendo un 10% más pobres. Con información de La Vanguardia.
Las bolsas mundiales y el petróleo se hunden por el coronavirus
La caída prevista es similar a la registrada en la Gran Recesión. Entre el 2008 y el 2012 el PIB español cayó un 9,2% y se perdieron casi tres millones de empleos. La gran diferencia es que los efectos de la crisis se repartieron en un lustro. En esta ocasión el impacto se concentrará en dos trimestres. Las previsiones indican que en junio se vencerá la primera oleada del coronavirus. Cuando vuelvan a salir a la calle y la actividad se normalice probablemente se producirá una gran explosión de consumo. Es lo que podríamos llamar el efecto del corcho de la botella de champán.
Goldman Sachs estima que en este ejercicio España dejará de crecer el 1,8% que tenía previsto y el PIB caerá el 1,3%. Pero considera que en el 2021 la economía rebotará y crecerá un 4,3%. Muchos gobernantes coinciden en que estamos en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, pero es coyuntural. Hace 12 años las empresas y los bancos estaban quebrados y en esta ocasión el sistema productivo está saneado.
Henry Jiménez: Coronavirus y recesión económica contra la crisis climática
La clave es entender que estamos en una economía de guerra. El Covid-19 puede hacer estragos si se extiende por India y pasa al hemisferio sur. Será impepinable la acción coordinada de los bancos centrales y las principales economías, como ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial. Una especie de plan Marshall, pero a lo bestia.
Donald Trump, que empezó a tomárselo en broma, ha pedido a la Reserva Federal medio billón de dolares. Una reacción tan significativa como la de Angela Merkel, que ha aceptado el eurobono, o la de los chinos, que están dispuestos a inyectar el dinero que sea necesario. El mundo se va endeudar hasta la coronilla para salir de esta pandemia ¿Y después? Necesariamente tendrá que producirse una quita y serán los bancos centrales quienes deberán asumirla. Esta es la razón por la que la prima de riesgo ha vuelto a hacer presencia en nuestra vida y ha empezado a subir como la espuma.