La semana pasada el Cártel del Golfo envió a sus pistoleros, a bordo de camionetas lujosas, a repartir despensas en diversos lugares de Ciudad Victoria (México). Cuentas relacionadas con este grupo difundieron desde el martes las fotos del reparto: imágenes de gente sonriente, con cajas de cartón entre los brazos. Así lo informa el periodista Hector De Mauleón para El Universal Mx.
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«Cártel del Golfo en apoyo a Ciudad Victoria», se leía en cada paquete. El responsable del envío fue Evaristo Cruz, alias El Señor 46, también conocido como El Vaquero.
Unos días más tarde, el reparto de despensas prosiguió en comunidades rurales de Matamoros. Hombres armados, encapuchados, vestidos con uniformes tácticos, repartieron entre los pobladores alimentos y otros artículos.
Según un documento de inteligencia presentado en la reunión del gabinete de seguridad el 6 de abril, las actividades del narcotráfico se han visto envueltas en diversas alteraciones desde que estalló en México la epidemia de Covid-19.
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La venta de droga en Estados Unidos cayó. Los precursores químicos procedentes de China dejaron de llegar a los puertos mexicanos. Al mismo tiempo, crecieron las dificultades para el contrabando de drogas a lo largo de la frontera, por lo que el precio de los enervantes ha incrementado.
Este coctel anuncia un salto en los índices de violencia entre grupos rivales: los narcos van a pelear por las pocas oportunidades criminales disponibles.
Hasta hoy, las medidas de distanciamiento social no han bajado las cifras de la violencia criminal. En unas semanas de aislamiento, según el documento consultado por el columnista, se han suscitado 1,497 homicidios vinculados con la delincuencia organizada.