Las autoridades estadounidenses confiscaron más de 450 millones de dólares derivados de los casos de corrupción y lavado de dinero contra magnates venezolanos y socios del régimen de Nicolás Maduro, según datos de la propia fiscalía. Con información de El Nuevo Herald.
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Los 450 millones solo representan el monto obtenido por la fiscalía de Miami y no la totalidad de los fondos confiscados por todas las fiscalías de Estados Unidos. Las autoridades de Houston y Nueva York han estado llevando sus propios casos contra la corrupción vinculada al régimen venezolano.
Los fiscales dijeron que los frutos de la corrupción están esparcidos a plena vista por el sur de La Florida, región que ha sido convertida en un paraíso de lavado de dinero no solo por los narcotraficantes famosos del pasado, sino por corruptos funcionarios latinoamericanos.
Después del caso de Alejandro Andrade (extesorero nacional), quien cumple una sentencia de 10 años por lavado de dinero y perdió seis propiedades de bienes raíces – incluyendo una finca donde criaba caballos en Wellington, una propiedad a orillas de la playa en Palm Beach y una vivienda en Pinecrest – valoradas en 33 millones de dólares, los fiscales federales se concentraron en Raúl Gorrín (presidente del canal televisivo Globovisión). Gorrín fue acusado de colaborar con Andrade y canalizar fondos del gobierno malversados no solo para sí mismo sino para las cuentas bancarias del extesorero en Suiza por más de 1 mil millones de dólares.
Gorrín es considerado prófugo por la justicia estadounidense y, desde noviembre de 2019, forma parte de la lista de los más buscados por corrupción.
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Las autoridades luego dirigieron su atención a otro anillo de los llamados cleptócratas venezolanos liderados por los asociados de Gorrín, Francisco Convit Guruceaga, Alejandro Betancourt y otros. En 2018, fueron acusados de hacer préstamos a la compañía petrolera nacional, PDVSA, y luego de aumentar sus intereses al lavar el dinero a través de una tasa de cambio preferencial.
El pago de sobornos a altos funcionarios del régimen chavista es un fenómeno recurrente en la mayoría de los casos, siendo éstos exigidos para tener acceso a oportunidades de concentrar inimaginables fortunas. De hecho, los montos confiscados lucen proporcionalmente pequeños ante las fortunas valorada en miles de millones que algunos de los acusados obtuvieron a través de los actos de corrupción.