Un conglomerado iraní propiedad de la armada de Irán y vinculado a su programa de misiles, abrirá una sucursal de venta de alimentos en Venezuela, de acuerdo con oficiales y datos que detallan la transferencia, profundizando los lazos entre Teherán y Maduro. Así lo informa un reportaje del Wall Street Journal.
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La llegada de la empresa, que además tiene vínculos con la armada de élite de la Armada Revolucionaria Islámica de Irán, designada por Estados Unidos como un grupo terrorista, refuerza la posición de Teherán en el Hemisferio Occidental y se produce a medida que Venezuela busca más y más ayuda de los enemigos estadounidenses, incluyendo el petróleo de Irán y la ayuda de la industria energética de Rusia.
Estados Unidos ha impuesto sanciones a los gobiernos de las dos naciones, cada una de las cuales elogió a la nueva empresa como parte de una creciente relación diplomática y comercial.
«Otro éxito en las relaciones agradables y fraternales entre dos ubicaciones internacionales», tuiteó la embajada de Irán en Caracas hace poco.
El 21 de junio, un buque iraní descargó un cargamento de comidas en un puerto venezolano para conformar la primera tienda de alimentos de la República Islámica dentro de la nación latinoamericana, de acuerdo a los datos de entrega y los comentarios del embajador de Teherán en Caracas, Hojatollah Soltani.
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Los medios venezolanos habrían confirmado la presencia de la gran minorista vacía en la capital venezolana, antes de que llegara la mercancía hace unos días, que indica una apertura próxima.
Las propiedades de la tienda iraní: Delnoosh (que produce salsa de tomate y atún enlatado), y Varamin (que produce aceite de girasol), forman parte de las varias subsidiarias de una organización denominada Ekta, que de acuerdo con su sitio web, se organizó como un ‘crédito’ de seguridad social para los veteranos de la armada iraní.
Ekta está encabezada por Issa Rezaie, un veterano de la corporación de empresas propiedad del IRGC, que ha sido incluido en la lista negra por EEUU por su participación en la expansión de armas.
Ekta está subordinado al Ministerio de Protección iraní y Logística de las Fuerzas Armadas, otra entidad sancionada por Estados Unidos por su supuesta función en la expansión de misiles balísticos, de acuerdo con el Tesoro de Estados Unidos.
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Se requiere que cualquier empresa iraní tenga el consentimiento del IRGC para funcionar en el extranjero, de acuerdo con las revisiones de inteligencia de EEUU. Como parte de los esfuerzos de evasión de sanciones de Teherán, los oficiales iraníes han designado a líderes retirados del IRGC para que se conviertan en empresarios de sectores clave de Irán.
Según los analistas, el programa Clap es el principal suministro de comidas para aproximadamente el 15% de los venezolanos y un complemento crucial para una proporción mucho mayor de los habitantes. Sin embargo, los oficiales estadounidenses, colombianos y mexicanos apuntan que el régimen de Maduro lo ha usado para lavar dinero robado de la corrupción, ganancias del narcotráfico y diferentes acciones ilícitas.
Los funcionarios y fiscales estadounidenses dicen que las operaciones de lavado de dinero a través de los Clap se han llevado a cabo mediante la facturación falsa de las importaciones de comidas con sobreprecio por parte de empresas contratantes propiedad o gestionadas por el empresario colombiano Alex Saab.
Saab, que ha sido vinculado por oficiales estadounidenses a los carteles de la droga venezolanos y colombianos, fue detenido la semana antes al anuncio de la tienda de alimentos iraní.
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Oficiales estadounidenses y observadores de Venezuela cuestionan la legitimidad del programa Clap, además de las intenciones de Irán de establecer la operación de alimentos en Venezuela.
