Nueva York | Dos ex ejecutivos de una desaparecida correduría (empresa bursátil)) con sede en Nueva York fueron acusados el lunes como parte de una creciente investigación de Estados Unidos sobre sobornos en el extranjero que involucra a su empleador y a bancos estatales de desarrollo social y económicos de Venezuela, informó la agencia Reuters.
Benito Chinea, el ex presidente ejecutivo de Direct Access Partners LLC, y Joseph Demeneses, quien en un momento fue director gerente de la empresa, son los últimos individuos acusados por su relación con sobornos pagados en el exterior para conseguir negocios.
Fiscales federales de Nueva York acusaron a Chinea, de 47 años, y a Demeneses, de 44 años, de participar en un ardid de sobornos desde el 2008 al 2012 que involucró el pago a una funcionaria de alto rango del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, con sede en Caracas y conocido como Bandes.
Los fiscales habían dicho anteriormente que el plan de sobornos generó más de 60 millones de dólares en pagos para Direct Access mediante el negocio de operaciones de bonos que la funcionaria del Bandes asignó a la empresa.
La funcionaria, María de los Ángeles González de Hernández, ganó a cambio 5 millones de dólares en sobornos, dijeron anteriormente los fiscales.
La compañía matriz de Direct Access presentó la solicitud de protección por bancarrota después de que los cargos fueron revelados en mayo.
González, en tanto, se declaró culpable en noviembre de conspirar para violar la ley de Viajes y cometer lavado de dinero, así como dos cuentas sustantivas ligadas a cada una de las violaciones.
Ella y otros tres ex empleados de Direct Access o asociados que también se han declarado culpables han estado cooperando con los fiscales a medida que la investigación continúa.
Chinea y Demeneses fueron arrestados en la mañana del lunes. Una acusación de 15 cargos contra ellos incluye los delitos de conspiración, lavado de dinero y violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y la Ley de Viajes.
Los dos hombres se declararon no culpables en una audiencia ante la jueza de distrito de Estados Unidos, Denise Cote, quien fijó la fianza en 1 millón de dólares cada uno. La jueza programó el juicio para el 9 de febrero.
La Comisión de Valores de Estados Unidos intento sumar el lunes a Chinea y Demeneses como acusados en una demanda civil relacionada presentada el año pasado por el «enorme ardid».
Los abogados de Chinea y Demeneses rehusaron realizar comentarios.